El Gobierno recalcula en tiempo real su estrategia política. Menos de 24 horas después de que el ministro del Interior anunciara que habría más de una reunión con gobernadores para explorar acuerdos para posibles reformas y un alivio fiscal, el Ejecutivo confirmó que finalmente habrá una única cumbre con mandatarios provinciales el viernes a las 15 en Casa Rosada.
La ausencia de los gobernadores de San Juan y de Mendoza, Marcelo Orrego y Alfredo Cornejo, que viajaron a una feria minera en Canadá había servido de excusa al ministro político para plantear la necesidad de una convocatoria dividida. En rigor, la posibilidad de que los delegados del Presidente, Francos y el jefe de Gabinete Nicolás Posse, recibieran a gobernadores en grupos divididos por región se había barajado como una estrategia para blindar los acuerdos. Los gobernadores cuyanos, que se expresaron a favor del Pacto de Mayo al que aludió el Presidente, en tanto, enviarán a sus respectivos vicegobernadores.
El ministro del Interior había puesto en duda la presencia de los gobernadores peronistas que tomaron distancia del Pacto de Mayo al que convocó el Presidente. En especial apuntó contra Axel Kicillof, que descartó sumarse a esa convocatoria. “Arranquen si no llego”, sostuvo el bonaerense.
Francos le contestó y hasta sugirió que podría el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner podía quedarse afuera de la reunión. “Las canchereadas están fuera de lugar. Todavía nadie lo invitó. Si se pone en esa posición, difícil invitarlo», señaló el ministro en declaraciones a LN +, a pesar que en Expo Agro -por la mañana- había dicho que esperaba «contar con la presencia de Kicillof».
En la Casa Rosada y cerca del ministro más dialoguista del Gabinete reiteraron que todos los gobernadores serían convocados a la reunión del viernes. No obstante, el Ejecutivo no se ilusiona con reunir el aval de los gobernadores más opositores del peronismo y los aliados del kirchnerismo. El formoseño Gildo Insfrán, el riojano Ricardo Quintela y el menor medida el santiagueño Gerardo Zamora, el fueguino Gustavo Melella y el rionegrino Alberto Weretilneck, quien ensayó algún gesto de acercamiento con el Gobierno, son los más distante del Gobierno.
Kicillof siguió confrontando este miércoles con la Rosada, durante la inauguración de un jardín de infantes en La Matanza. «Es criminal la decisión del Gobierno de recortar los fondos para construir nuevas escuelas y quitar el incentivo docente”, dijo.
Los delegados de Javier Milei siguen hablando de un lote de entre 14 y 17 gobernadores que estarían dispuestos a apoyar el núcleo de reformas propuestas en la Ley Ómnibus: reforma de cálculo previsional, la reforma laboral, la desregulación hidrocarburífera y de minería, un régimen especial para grandes inversiones, la esencialidad de la Educación y la delegación de facultades al Presidente y el avance de privatizaciones. “Hay una predisposición muy marcada de los gobernadores de tratar de avanzar hacia este acuerdo, hacia este Pacto de Mayo que propone el Presidente”, reiteró Francos.
El ministro del Interior ya avisó que el Gobierno está a dispuesto a impulsar una baja del mínimo no imponible en la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, pero en el Gabinete esperan que el costo político lo paguen los gobernadores. “Están preocupados por el famoso tema del impuesto a las Ganancias”, sostuvo el ministro político.
En diciembre pasado, los mandatarios provinciales del peronismo rechazaron esa alternativa. Antes de la cumbre del viernes, el cordobés Martín Llaryora, pidió buscar una alternativa. «Hay que hacer algo sobre los altos ingresos, algo que sea progresivo pero no con un valor que le afecte a los trabajadores», dijo luego de asegurarse que el Gobierno no subirá Ganancias.
Aunque el Presidente en su discurso frente a la Asamblea Legislativa, señaló que también había instruido a Luis Caputo para que convoque a los gobernadores, el ministro de Economía no será de la partida, como informó este diario, porque participará de la asamblea anual del BID.
Ante la queja permanente de gobernadores y diferentes actores políticos por la falta de interlocución con el Gobierno, Milei puso en la mesa de las negociaciones al jefe de Gabinete, un paso más cerca de la reducidísima mesa chica del mandatario, donde solo se sientan Santiago Caputo y Karina Milei.
Algunos gobernadores especulan con la participación del asesor estrella del Presidente (una alternativa desechada en la cúspide de la Rosada) y creen que si todos o casi todos dan el presente, Milei debería sumarse a la mesa de negociaciones.