La esperada visita del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y del ministro de Economía, Luis Caputo, a la comisión bicameral de Trámite Legislativo que define la suerte del mega DNU del presidente Javier Milei, deberá esperar. Con una maniobra de último minuto, el oficialismo postergó la presencia de ambos funcionarios que recién serían citados una vez que se debatan todos los decretos de necesidad y urgencia que quedaron pendientes de la administración de Alberto Fernández (2019-2023).
Así lo reveló Omar De Marchi, el exdiputado mendocino que fue designado como Secretaría de Relaciones Parlamentarias y con la Sociedad Civil, es decir el nexo entre el Congreso y la Casa Rosada.
«El Presidente de la Bicameral de Trámite Legislativo (DNU), postergó invitaciones a funcionarios del Poder Ejecutivo hasta que definan un nuevo cronograma de trabajo, que incluya invitaciones a ex funcionarios para el explicar los DNUs de Alberto Fernández aún no aprobados (son 108)», explicó De Marchi.
El Presidente de la Bicameral de Trámite Legislativo (DNU), postergó invitaciones a funcionarios del P. Ejecutivo hasta que definan un nuevo cronograma de trabajo, que incluya invitaciones a ex funcionarios para el explicar los DNUs de @alferdez aún no aprobados (son 108) pic.twitter.com/Ugv4ZZwLMp
— Omar De Marchi (@omardemarchi) March 7, 2024
El mendocino mostró en sus redes la carta que recibió del senador riojano Juan Carlos Pagotto, titular de la Bicameral, fechada ayer, miércoles 6 de marzo, pero que recién se conoció con el posteo del funcionario de Milei. En ella, informa que en dos notas senadores y diputados se pidió modificar el orden del día, en el que estaba previsto escuchar a Posse y Caputo, para tratar los DNU que se encuentran sin dictaminar.
«En función de ambas notas, le hago saber que las referidas citaciones que le cursáramos quedan postergadas hasta tanto se decida el orden de tratamientos de todos los DNU que se encuentran girados a la comisión», le dice Pagotto en una nota al jefe de Gabinete de Milei.
A la comisión, de acuerdo a lo anunciado, también estaban citados los secretarios de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Guibert; y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Fernando Vilella. A ellos se agregan el secretario de Trabajo, Omar Yasin, el ministro de Salud, Mario Russo; y el director de la ANSeS, Mariano de los Heros.
La decisión de patear para más adelante la citación a Posse, Caputo y el resto de los funcionarios de Javier Milei responde a un reclamo presentado por Hernán Lombardi, del PRO, que es vice de la Bicameral, en conjunto con los senadores Luis Juez, Víctor Zimmermann, Juan Carlos Romero y el diputado Francisco Monti.
«Como Vicepresidente de la comisión de seguimiento de los DNU presenté un pedido para que se traten todos los DNU pendientes en la sesión de mañana en forma cronológica», anunció Lombardi, quien sostuvo que para él «es absolutamente irregular que se acumulen más de 100 DNU sin resolución y sin tratamiento en el Congreso. «Debemos reorganizar el funcionamiento institucional que el kirchnerismo dejó abandonado», agregó.
La estrategia de Villarruel para evitar una derrota casi segura
En forma paralela, la vicepresidenta Victoria Villarruel sigue sin responder a los pedidos de Unión por la Patria y de los bloques federales para que se convoque a una sesión en el Senado con el fin de tratar la legalidad del decreto de desregulación que el Presidente firmó en diciembre pasado y que modifica más de 300 leyes.
Todo esto se da en la antesala de la reunión que el Gobierno convocó para el viernes con los gobernadores en la que buscará trazar «una hoja de ruta» con miras al denominado «Pacto de Mayo», que lanzó Milei en la apertura de sesión y que está condicionado a la aprobación de la Ley de Bases que habilitará un pacto fiscal con las provincias.
Villarruel se mantiene firme y apuesta a que con la presentación de los funcionarios pueda calmar al menos a los senadores provinciales que mantienen su pedido de sesión. Está claro que la vicepresidenta no convoca porque quiere evitar una derrota en el recinto.
Pero al rechazo de Unión por la Patria, que tiene 33 senadores propios, se sumó también la presión de los 9 representantes de las bancadas federales e incluso el reclamo del radicalismo. Los números arrojan 42 votos en contra, lo que condiciona la jugada del oficialismo de dilatar la discusión en la bicameral para evitar el recinto.