El faltazo del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y del ministro de Economía, Luis Caputo, a la reunión de la comisión bicameral de Trámite Legislativo para responder por el mega DNU, aumentó aún más la tensión entre el oficialismo y el kirchnerismo, que ya presentó un dictamen de rechazo al decreto de desregulación de la economía de Javier Milei, que modifica más de 300 leyes.
En una jugada contrarreloj, el oficialismo postergó la citación de los funcionarios del Gobierno y, paralelamente, metió una nota solicitando que se incluya en el temario de la reunión convocada para este jueves, los DNU que se encuentren pendientes de tratamiento de la bicameral, dictados durante el gobierno de Alberto Fernández, «para ser tratados en forma cronológica».
La maniobra contó con las firmas de los representantes del PRO y de la UCR, que buscan evitar la caída del decreto presidencial mientras esperan alguna alternativa que permita sustituir los artículos del DNU mediante proyectos de ley.
Sin embargo, la jugada no le salió tan redonda a los libertarios y sus socios porque a partir de una propuesta del diputado Nicolás Massot (Hacemos Coalición Federal) se resolvió que los funcionarios vuelvan a ser citados para el próximo jueves mientras el martes se iniciará en asesores un proceso de reordenamiento de los decretos pendientes de la administración anterior.
La reunión de la Bicameral comenzó con fuertes cuestionamientos del kirchnerismo y apuntaron sobre todo al presidente de la comisión, el senador Juan Carlos Pagotto (La Libertad Avanza), que el martes publicó en el sitio web de la Cámara Alta la citación de Posse y Caputo junto a los secretarios de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Guibert; y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Fernando Vilella. A ellos se agregaban el secretario de Trabajo, Omar Yasin, el ministro de Salud, Mario Russo; y el director de la ANSeS, Mariano de los Heros.
Pero, el mismo día, Hernán Lombardi junto a otros legisladores presentaron una nota solicitando que se traten en forma cronológica los decretos, priorizando así los que habían quedado pendiente de la gestión de Alberto Fernández. Para esa instancia desde el despacho de Pagotto aseguraban la participación de los funcionarios del gobierno de Milei.
Pero el senador riojano aprovechó la carta presentada por los representantes del PRO y la UCR para mandarle un nuevo mensaje a Posse avisándole que la citación de los funcionarios quedaba «postergada» hasta que se defina el orden de tratamiento de los decretos.
Lo cierto es que los radicales se sintieron defraudados con la maniobra del oficialismo y tanto el diputado Francisco Monti como el senador Víctor Zimmermann coincidieron en que era falso que buscaban ser parte de una maniobra dilatoria para postergar el tratamiento del DNU 70/2023. Y, por eso, terminaron apoyando la propuesta de Massot pidiendo que los funcionarios sean convocados para la próxima semana. También está claro que los legisladores de la UCR no querían quedar sometidos a la decisión del kirchnerismo que presiona para que se discuta el decreto de Milei.
Todo esto se da en un momento crítico para el Gobierno, ya que está en la antesala de la cumbre con los gobernadores, en la que Milei quiere obtener el compromiso de las provincias de apoyo a la Ley Ómnibus. Para eso deberá revertir la postura de provincias como Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, que expresaron su rechazo al DNU. Además, Victoria Villarruel ya avisó a las principales figuras del Ejecutivo que «el DNU se cae» en el Senado, según confió una importante fuente legislativa a Clarín.
Es que la vicepresidenta se quedó sin margen para mantener pisado el pedido de sesión de la oposición para tratar el decreto 70/2023. Es que a la solicitud ya realizada por el bloque de Unión por la Patria, que tiene 33 senadores, se sumó otra realizada por 9 legisladores de los bloques federales.
En el kirchnerismo se saborean una nueva derrota del Gobierno después de la caída de la Ley Ómnibus en la Cámara baja. Es que al ingresar en el período ordinario de sesiones, a la vicepresidenta se le terminaron las excusas y deberá aceptar los pedidos de UxP o de los federales. Si en el Senado avanza el rechazo al DNU, en Diputados entienden -al menos desde el kirchnerismo- que habrá «un mejor clima» para anular el decreto presidencial.
La reunión de este jueves de la bicameral tuvo varios cruces y chicanas, como cuando Vanesa Siley le dijo a Pagotto que tuvo que apelar a sus socios del PRO y la UCR para que «le salven las papas», y desafió al oficialismo a discutir todos los decretos en el recinto. Mientras que Mariano Recalde trató de rechazar el pedido para que se traten los DNU del gobierno anterior indicando que entre esos decretos había uno sobre el feriado por la obtención de la copa del mundo, conseguida por Argentina en 2022. Aunque, el senador K no supo justificar el capricho de no tratar esos DNU cuando tenían la mayoría en el Senado.
La diputada Carolina Gaillard estuvo más filosa al dar su visión sobre el faltazo de los funcionarios. «Posse arrugó, Caputo arrugó, todos los funcionarios del gobierno de Javier Milei arrugaron y Pagotto tuvo que salir a pedir auxilio», dijo la entrerriana. «Dejense de hacer los pelotudos y de mirar para otro lado. Ustedes le están faltando el respeto a la gente presentando una nota pidiendo que se traten los DNU en forma cronológica», añadió.
Pagotto devolvió las críticas al declarar que no se había comprometido a que vengan los funcionarios. «Estamos poniendo en funcionamiento esta comisión que hace cuatro años que estaba apagada», respondió. En tanto, el diputado de La Libertad Avanza, Nicolás Mayoraz, también salió a rechazar el argumento de que se trata de una maniobra dilatoria y recordó que hay 65 DNU que quedaron de la administración anterior, entre los que está uno que prorroga la emergencia de posesión de tierra por parte de comunidades originarias hasta el 23 de diciembre de 2025.
Lombardi, por su parte, aseguró que «no hay obstrucción» al pedir un tratamiento cronológico de los decretos y le reprochó al kirchnerismo no haberse reunido nunca en dos años para discutir los DNU. «Se volvieron constitucionalistas de repente», cerró el diputado del PRO.