El único piloto que derrotó a los autos de Red Bull Racing en los últimos 500 días es la pieza más codiciada en el mercado de pases de la Fórmula 1. Apenas ocho asientos están asegurados para la grilla de 2025 y la figura de Carlos Sainz Jr. asoma en las charlas de varias de las ocho escuderías que deberán rearmar sus filas para el próximo calendario. Solamente Ferrari y McLaren tienen confirmadas a sus parejas de pilotos para el siguiente curso: el monegasco Charles Leclerc y el británico Lewis Hamilton, en la Scuderia; Lando Norris y Óscar Piastri, en la factoría de Woking. La contratación del séptuple campeón del mundo, con un vínculo multianual, significó el cierre de ciclo de Sainz Jr. en Maranello, aunque el español ofrece rendimientos de excelencia que despiertan una puja para contar con sus servicios: Mercedes entabló conversaciones con sus representantes y Red Bull Racing, que lo forjó en su academia y lo empleó en Toro Rosso, junto a Max Verstappen, en 2015, analiza el escenario y las relaciones para negociar y relanzar a una fórmula que evidenció rispideces en el pasado.
“Creo que todo el mundo sabe lo que vale Carlos y por eso dije muchas veces que no estoy demasiado preocupado por su futuro, porque estoy seguro de que muchos, muchos directores de equipos lo están siguiendo. Él no lo dice, pero seguro que ya le están hablando. Es uno de los pilotos mejor considerados por el paddock y es extremadamente fuerte para los desarrollos”, el elogio de Leclerc a su compañero en Ferrari y con el que comparte garaje desde 2021. El monegasco lo supera en la estadística: lo dobla en clasificación -46 a 23-, aunque el margen se reduce en grandes premios, con un 39 a 29 y un abandono de ambos en el GP de Azerbaiyán 2022. Pero es Sainz Jr. quien con las victorias en Singapur 2023 y Australia 2024 se intercaló entre los 30 éxitos de los autos de Milton Keynes, entre grandes premios y Sprint.
“No fue la llamada más fácil de mi vida”, admitió Frederic Vasseur, el jefe de equipo de Ferrari, sobre la decisión de comunicarle al madrileño que no continuará en 2025. El reto de encarar una temporada sin la butaca asegurada para el próximo calendario empujó a Sainz Jr. al límite y la épica lo envolvió con el triunfo en Albert Park, dos semanas después de ausentarse del Gran Premio de Arabia Saudita por una urgencia médica que derivó en una intervención quirúrgica por una apendicitis. Hasta salir a la pista en Melbourne, Sainz Jr. no estaba seguro de tener la energía y la fuerza necesaria para desandar el fin de semana. “Entre algodones. Estuvo fuerte en los entrenamientos y la clasificación, pero una carrera tiene un desgaste físico y psicológico mayor: desde la concentración a la resistencia”, opinó su padre, Carlos, cuatro veces ganador del Rally Dakar y bicampeón del Mundial de Rally.
Ferrari se ofrece como la mejor plataforma para demostrar su valoración. Piloto de conjunto, desarrollador de autos –tarea que también ensayó en McLaren entre 2019 y 2020, junto a Norris-, los triunfos que se enseñaban como una carencia ahora fortalecen al piloto que tendrá un amplio espectro de ofertas para empezar una segunda década en la F.1. Toto Wolff, el líder de Mercedes, mantuvo contactos con el entorno del español: el austríaco se juntó en Yedá con Carlos Oroño –agente del piloto- y Carlos padre. “Los que están disponible o que podrían ser interesantes para nosotros, tienen argumentos a su favor. Ya sean los muy jóvenes, los muy maduros en sus mejores años o Carlos”, apuntó Wolff. La trilogía de referencia señalaba a la promesa italiana Andrea Kimi Antonelli –ligado a Mercedes desde 2019-; Fernando Alonso, que terminará a fin de año su vínculo con Aston Martin y a Sainz Jr. El máximo deseo es Max Verstappen, pero el neerlandés es un elemento con contrato hasta 2028 con Red Bull Racing y aunque las turbulencias rodean a la escudería de Milton Keynes las performances del tricampeón del mundo siguen reflejando que el RB20 es el mejor auto de la grilla, el que marca el camino, el que todos desean batir y con el que puede sumar una cuarta y hasta quinta corona en el Gran Circo. “Quiero seguir vigilando el mercado. Dependerá de lo que haga Max: hoy somos el único equipo de punta con un asiento libre”, expresó Toto, que dejó escapar a MadMax en su momento y si se libera no quiere repetir el error, aunque no le despega el ojo a Sainz Jr.
Repescar al español podría ser una jugada de Red Bull Racing, si Verstappen decide hacer estallar el mercado o si la escudería desiste de renovarle el contrato a Checo Pérez. “Es sin dudas un gran piloto. Estuvo casi a la altura de Max, lo malo para él es que tuvo la mala suerte de tener a Verstappen como compañero de equipo”, reconoció Helmut Marko, el asesor deportivo del equipo de Milton Keynes, sobre las virtudes de Sainz Jr. El nombre del madrileño estuvo relacionado con la escudería no solo en los días en que fue piloto de la academia y cuando conformó pareja con MadMax en Toro Rosso durante 23 grandes premios, entre 2015 y 2016: con el neerlandés afianzado como primera espada y ante la partida de Daniel Ricciardo a Renault, la posibilidad de reclutarlo quedó en una simple hipótesis y Marko fue quien derrumbó la teoría. “La atmósfera que había entre los dos cuando estaban en Toro Rosso era algo tóxica. Por un lado, estaba el inteligente y político Carlos Sainz padre y por el otro el temperamental Jos Verstappen, esa tampoco era una relación saludable”, agregó el austríaco.
Sainz Jr. y Verstappen eran sabedores que sólo una butaca estaba disponible en el equipo de elite y la batalla fue feroz en Toro Rosso. “Nos pusieron en una jaula a pelear. Era un equipo de desarrollo para evaluar a los pilotos para ver si están listos para unirse a Red Bull Racing. Era una prueba constante, el ambiente era muy competitivo, pero todavía nos llevamos bien. Creo que hice algo más que sobrevivir como compañero en 2015 y fue muy importante en mi carrera”, relató unos años atrás el español sobre aquella experiencia y la despiadada rivalidad que desde el programa de jóvenes talentos se establecía en la estructura de Milton Keynes. Las señales de combatividad en pasajes se exaltaron, como en el GP de Singapur: “A Max le gusta un poco es rol de chico malo y yo lo sabía, pero ahora lo demostró”, comentó Sainz Jr., tras la desobediencia del neerlandés a una orden de equipo. Tres carreras antes, el español había cedido su posición para que su compatriota Fernando Alonso no diera alcance a Verstappen.
“Es el único piloto que venció a Red Bull, parece ser nuestra némesis”, deslizó Horner, sobre Sainz Jr. “Queremos formar la mejor pareja y a veces también hay que mirar fuera de la piscina. En Australia ganó un piloto rápido y que estará sin asiento, por lo que no se puede descartar ninguna posibilidad. Hay que tomarse el tiempo, no estamos desesperados”, comentó el británico, que luego del conflicto que se desató por un supuesto acoso a una empleada –situación que fue investigada por el equipo y fue desestimada- desea recobrar el control pleno con sus decisiones, las que le devolvieron la gloria a los autos de Milton Keynes. Sumar a quien por ahora es la joya del mercado, una acción ambiciosa pero que también podría revivir aquel fuego amigo de una década atrás.