En medio de una fuerte tensión política y casi al borde del escándalo por diferencias en la interpretación reglamentaria, el oficialismo con apoyo de los dialoguistas pudo trabar en el Senado la intención del kirchnerismo de tratar sobre tablas la fórmula de actualización jubilatoria, en una sesión que fue convocada para tratar ascensos de militares y pliegos de diplomáticos de carrera.
La reunión comenzó casi a las 11.30, sin la presencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien atraviesa un estado gripal, y con un quórum de 38 senadores por la presencia de radicales, el PRO, los bloques federales y los provinciales, pero también de algunos representantes de Unión por la Patria que esperaban avanzar con la nueva fórmula jubilatoria.
Lo cierto es que el jefe del bloque de la UCR, Eduardo Vischi, primereó a los K al presentar una moción de preferencia pidiendo que la reforma jubilatoria sea tratada en la próxima sesión, que sería agendada para la primera semana de agosto. En este sentido pidió que la propuesta sea tratada con o sin dictamen. «Me parece que tenemos que darle un corte a esta situación», dijo el correntino.
En tanto, el salteño Juan Carlos Romero, uno de los aliados más firmes del oficialismo, apuntaló la propuesta de Vischi al fundamentar que la media sanción de la Cámara baja no incluía el financiamiento y defendió lo acordado este miércoles en el plenario de las comisiones de Trabajo Previsión Social y Presupuesto, en la que se acordó convocar a una audiencia pública para ver cómo se financia el nuevo esquema.
Tal como había anticipado este diario, el bloque de Unión por la Patria, a través de José Mayans, salió a cruzar a los dialoguistas y pidió que «reflexionen» porque de dilatarse el debate y con la ley aprobada en agosto, los jubilados lo comenzarían a cobrar en septiembre. «Tratemos hoy sobre tablas la media sanción de Diputados para resolver el ingreso básico del sistema previsional», reclamó el senador por Formosa.
El kirchnerismo sabía que no tenía los dos tercios para avanzar con el tratamiento sobre tablas de la nueva fórmula jubilatoria ya que se trata de un proyecto que no tiene dictamen, pero la intención era dejar al descubierto la negativa de los dialoguistas a aprobar la reforma. Pero todo le salió mal para el peronismo.
Con gran picardía y la ayuda de los radicales, el oficialismo le cerró la puerta a los K votando la moción de Vischi que se impuso por 37 a 31, con el apoyo de toda la UCR (incluyendo a Martín Lousteau), el PRO, los Federales y los provinciales. Lo curioso fue que el kirchnerismo, que tuvo algunas ausencias sumó los votos de los libertarios Francisco Paoltroni (Formosa) y de Vilma Bedia (Jujuy).
El dato es que al no conseguir los dos tercios de los presentes (en este caso 46 senadores), la propuesta del jefe radical fue estéril porque ahora se necesitará del dictamen de comisión para que se trate el proyecto en el recinto y de querer imponerse sin despacho en la próxima sesión deberá contar con la mayoría especial.
Los K, que habían pedido votar primero su moción de tratamiento sobre tablas, perdieron así la posibilidad de emplazar al cuerpo para que lo trate sin dictamen la próxima sesión, que el propio peronismo podría haber convocado para la semana que viene con otros temas.
Hubo momentos de tensión en el recinto después de la maniobra del oficialismo. «No la quieren tratar nunca», reprochó Juliana Di Tullio cuando Bartolomé Abdala, quien encabezó la sesión en reemplazo de Villarruel, quería cerrar la discusión proponiendo pasar a las cuestiones de privilegio.
También hubo un fuerte cruce entre Vischi y Mayans cuando el radical le avisó al formoseño que no son parte del oficialismo sino que son «antikirchneristas». La aclaración fue porque en forma reiterada, el presidente del bloque de UxP llamó al radical como «jefe del oficialismo.
Los K pidieron con insistencia que se vote su moción para el tratamiento sobre tablas, pero la discusión la terminó por clausurar cuando la tucumana Beatriz Ávila, que suele votar en sintonía con el PRO, pidió que se declare a Tucumán capital de los 9 de Julio.
De esta manera, el oficialismo impuso su posición en la búsqueda de una reforma previsional integral. En esta línea pidió informes al Poder Ejecutivo y a la Oficina de Presupuesto del Congreso para que detallen el impacto fiscal de la fórmula aprobada en Diputados. En su momento se habló de un 0,4 % del PBI, pero en el Senado aseguran que es mayor.
El Senado sesiona para aprobar ascensos y pliegos de diplomáticos
La sesión también será para aprobar los ascensos militares entre los que están los jefes de las Fuerzas Armadas: Contraalmirante Carlos María Allievi (Armada), al General de Brigada Carlos Alberto Presti (Ejército) y al Brigadier Mayor Fernando Luis Mengo (Fuerza Aérea).
Por decisión de la vicepresidenta fueron dejados sin tratar 6 ascensos de militares. A ellos se agrega el caso del comandante de Brigada Pablo Francisco De Palo, quien fue bajado de la lista de acuerdos por estar siendo investigado por lo ocurrido en mayo pasado en el Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército Córdoba, donde se hizo un «bautismo» con cal viva y sidra a un grupo de 35 paracaidistas que terminó con una veintena de egresados en el hospital.
También se aprobarán pliegos de diplomáticos de carrera y se sancionará la ley que decreta el duelo nacional del 18 de julio por el atentado contra la AMIA.
El temario se completa con un proyecto que promueve una reforma del Código Penal que impone penas de prisión de 4 a 10 años al que reciba y a quien entregue un niño o niña, «haya mediado o no precio, promesa de retribución o cualquier otro tipo de contraprestación”. La propuesta impulsada por la senadora radical Carolina Losada tiene impacto por el caso del niño Loan Peña, quien se encuentra desaparecido en Corrientes.