No es ningún misterio que el mandatario mendocino es uno de los más alineados a la gestión libertaria, por lo que su adhesión al documento de Casa Rosada es natural. Más aún con los cambios que aceptó introducir el oficialismo nacional. Entre ellos, uno que nació justamente desde el sector académico mendocino (de fuerte impronta radical): la inclusión de la educación en el decálogo.
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Pacto de Mayo
1. La inviolabilidad de la propiedad privada
2. El equilibrio fiscal innegociable
3. La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno
4. Una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, con…
— Manuel Adorni (@madorni) July 3, 2024
En principio, Cornejo viajará acompañado solamente por el subsecretario de Comunicación Social, Prensa y Protocolo, Pablo Sarale, como ha ocurrido en las últimas salidas del gobernador de la Provincia. No se definió -por el momento- otra actividad distinta a la de participar de la «vigilia» y la firma después de medianoche; a la espera de la agenda oficial.
Alfredo Cornejo se reunió con los gobernadores de Juntos por el Cambio en la Casa de Mendoza de Buenos Aires
Alfredo Cornejo y los otros nueve gobernadores de Juntos por el Cambio firmarán el Pacto de Mayo
Foto: Prensa Gobierno de Mendoza
Por qué Alfredo Cornejo apoya el Pacto de Mayo
Sobre el contenido del Pacto en sí, el mendocino ya ha dado sobradas señales de coincidencia. Desde la primera convocatoria de Milei -durante la asamblea legislativa del 1° de marzo-, resaltó la necesidad de apoyar el llamado, así como en su momento lo hizo con la Ley Bases que sancionó el Congreso.
En primera instancia, porque considera que el rumbo elegido por el mileísmo favorece a Mendoza, que requiere -por su morfología económica- orden en las cuentas nacionales para poder crecer a mayor ritmo. Pero también, porque entiende que el Ejecutivo nacional es «débil» en cuanto a su musculatura política, y precisa que las provincias colaboren con la gobernabilidad para que ejecute las reformas que propone.
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Varios de los ítems que nutren al pacto han sido -al menos en lo discursivo- «bandera» de Cambia Mendoza en sus casi nueve años consecutivos de gestión en la Provincia. Principalmente el equilibrio fiscal, la baja del gasto público y la reducción de la presión impositiva.
«Tiene lineamientos generales con los que Mendoza puede estar perfectamente de acuerdo. Son cosas que ya se vienen haciendo en la Provincia. No tendríamos por qué rechazarlos», ha dicho en una de las tantas veces que fue consultado sobre los diez principios «refundacionales» propuestos por Milei. «Es música para nuestros oídos», llegó a decir una vez conocidas las cláusulas del acuerdo.
Son cosas que ya se vienen haciendo en Mendoza Son cosas que ya se vienen haciendo en Mendoza
Alfredo Cornejo, reunión gobernadores Guillermo Francos
Alfredo Cornejo viaja a Tucumán para firmar el Pacto de Mayo junto a Javier Milei
Foto: NA
Más allá de la letra muerta del pacto, nutrido de consignas globales con las que prácticamente todas las fuerzas políticas -en mayor o menor medida- coinciden, Cornejo hace foco en una en particular, en la que tiene especial interés de que se avance en el corto plazo.
Se trata del punto 6, que apunta a la rediscusión de la coparticipación federal de impuestos. Una tarea pendiente (y trabada) desde la reforma constitucional de 1994, cuando se instó a las provincias a acordar y sancionar -vía Congreso- una «ley convenio» que modifique el sistema que rige en Argentina desde 1988.
Pese a algún esporádico intento de avanzar en ese sentido, nunca se logró cambiar la distribución entre Nación y provincias de la recaudación tributaria. Ninguna jurisdicción quiere ceder beneficios y es condición necesaria que todas estén de acuerdo. Cornejo tuvo una muestra en el ámbito local, cuando propuso modificar una pequeña porción (10 por ciento) de la masa coparticipable con los municipios, y varios -incluso algún propio- se retobaron.
La propuesta del mendocino en este sentido es que el gobierno federal deje atrás los tributos con asignaciones específicas -como el Impuesto País o el impuesto al Cheque- y que todo lo recaudado por el fisco nacional sea coparticipado con las provincias, sin excepciones.
Además, ha pedido la implementación de un régimen de coparticipación con incentivos que alienten a la mejor administración de las provincias, como el que tienen otros países. Uno en el que aquellas jurisdicciones con mejor comportamiento fiscal sean premiadas y, por el contrario, castigue a las que actúen de forma opuesta.
Según asevera, con esos recursos las jurisdicciones podrían atender las competencias que les corresponden por mandato constitucional (educación y seguridad, entre ellas) sin requerir de asistencia del gobierno federal, tal como lo plantea la administración de Milei, que ha recortado el envío fondos a las provincias en todos esos ámbitos.
En cuanto a las reformas en materia fiscal, laboral y previsional que plantea el Pacto de Mayo, Cornejo también tiene una visión favorable al respecto. «Es necesario un cambio cultural que promueva un Estado inteligente, eficaz y simplificado, que se enfoque en las principales tareas como seguridad, defensa y justicia. Argentina necesita una reformulación fiscal entre la Nación y las provincias y entre los contribuyentes y el fisco, que incentiven el crecimiento y el empleo», definió tiempo atrás.