En la segunda jornada hábil de la semana, el Banco Central compró US$20 millones, pero canceló otra parte de los compromisos con los tenedores de bonos. El lunes había saldado US$1600 millones.
Tras el feriado del 9 de julio, el Gobierno volvió a pagar vencimientos de deuda con los tenedores de bonos y las reservas volvieron a caer. En concreto, este miércoles el Banco Central perdió casi US$250 millones.
El Ejecutivo debía cancelar en estos días US$2600 millones a los tenedores de bonos AL30 y GD30, los de mayor liquidez de la deuda soberana argentina y también los de mayor ponderación en la medición del riesgo país. De acuerdo a lo que pudo saber TN, el lunes habían pagado cerca de US$1600 millones y hoy cubrió una parte más del compromiso.
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Por ello, aunque en las dos jornadas hábiles de la semana la autoridad monetaria compró US$61 millones, las reservas internacionales retrocedieron US$1848 millones desde el viernes pasado y quedaron en US$28.035 millones.
El segundo semestre será más exigente en términos de acumulación de divisas para el BCRA, que este mes también deberá cubrir un vencimiento de US$640 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por eso, en la autoridad monetaria piensan en que la administración de las reservas por ahora debe destinarse a las operaciones vinculadas al comercio. Dicho de otro modo, no habrá cambios, por ejemplo, sobre el cupo de US$200 para ahorro que se puede comprar en los bancos. Tampoco está previsto que haya modificaciones sobre el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, que se mantendrá en 2% mensual.
Asimismo, el ministro de Economía, Luis Caputo; el titular del Banco Central, Santiago Bausili, e incluso el presidente Javier Milei se encargaron de repetir de manera incesante que no hay fecha para eliminar el cepo. Ahora, puertas adentro del Gobierno empieza a circular la idea de avanzar en una salida “en capas”.
Esto significa básicamente que el desarme de las restricciones que hoy pesan para acceder al mercado de cambios será gradual y por lo pronto atada a ciertas condiciones.
“Los inversores continúan expectantes de una ‘hoja de ruta’ hacia el segundo semestre que incluya al menos una gradual liberación del cepo, toda vez que la normalización cambiaria se considera condición necesaria para continuar con el ordenamiento de la economía, hasta el momento concentrado en lo fiscal y en la mejora de la hoja de balance del BCRA”, señaló al respecto el economista Gustavo Ber.
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En esa línea, profundizó: “Los operadores no sólo están atentos a los contactos con el FMI en busca de un posible nuevo acuerdo que incluya fondos frescos sino también la dinámica de las reservas dado que resultan importantes para la salida del cepo, más allá de que este tercer trimestre será más desafiante ante una combinación de menor oferta y mayor demanda bajo los lineamientos vigentes del ‘crawling-peg’ y ‘blend’”.
“A la espera de señales desde dicho frente cambiario es que los dólares financieros y libre continúan alrededor de los $1400, zona en la cual podrían apuntar a intercalar un respiro, aún cuando despierta inquietudes que la ‘brecha’ se ha acomodado por encima del 50% y ello podría comenzar -de sostenerse en el tiempo- a generar eventuales distorsiones así como afectar las expectativas de los agentes económicos”, señaló el especialista.