Por Marcelo López Álvarez
Las primeras dos jornadas de las nuevas medidas económicas del equipo económico solo pueden ser vistas como positivas por personajes marginales a Javier Milei o por el ejército troll que prolijamente se maneja desde la Casa Rosada, para generar un clima que ellos creen favorables a las medidas.
Si bien los dólares financieros y blue bajaron fuerte, el mercado ve con mucha desconfianza la ensalada ideológica del Ejecutivo. Las reservas del Central perdieron 102 millones el primer día, los bonos argentinos cerraron dos jornadas en baja, el Riesgo País siguió creciendo y el campo sigue casi sin liquidar un dólar.
Pero -además- si lo que se asegura desde el Gobierno es cierto, su primer día de nueva política monetaria comenzó horrible y mintiendo.
Desde Economía y el Central aseguraron que no intervinieron en el mercado y los dólares bajaron solo por los anuncios. El problema es que ayer el Central compró 36 millones de dólares, por lo que debió emitir más de 34 mil millones de pesos. Si no operó en el mercado para recuperar esos pesos, entonces el primer día ya incumplió su “nueva” política.
¿ Javier Milei avanza en la dolarización?
¿Y si hubiera algo que no vemos? Claro que es posible. Quizás el Gobierno se anima a plantear este paquete de medidas quemando reservas porque tiene cerca alguna negociación súper secreta en marcha que le permitirá en unos días anunciar la llegada -por algún canal- de miles de millones de dólares. Es posible, pero no se ve ni a simple vista, ni buceando, algo así.
Otra posibilidad es la que advierte el exministro de Economía, Martín Guzmán, en el último informe de Suramericana Visión.
El equipo de Guzmán advierte que las medidas anunciadas el sábado “implican una variación aún menor de la base monetaria y por lo tanto una convergencia más rápida a un valor necesario de dólares para dolarizar que le resulte factible al Gobierno».
Menos pesos para cambiar por dólares, menos dólares para converger a la dolarización total de la economía. Ya sea por un canje oficial o por necesidad de los consumidores de usar dólares que tenga guardados o consigan para moverse en la economía diaria.
Si ya el FMI tomó mal la idea de intervenir el mercado peor sería la dolarización con la cual -el organismo ya aviso- que no está de acuerdo y solo admite hasta una convivencia o competencia de monedas como la llama Milei
GSejjXWWIAAXPEZ.jpeg
Javier Milei y Luis Caputo en el vuelo privado que los trajo de regreso de Estados Unidos, muchas sonrisas y selfies pero pocos resultados.
Si te interesa podes leer más: Para Manuel Adorni, «solo Dios sabe» qué va a pasar con el peso
Dolarización ¿por derecha o por izquierda?
El análisis de Guzmán y su equipo apuesta a una dolarización por derecha, o sea con un anclaje legal. La hipótesis del análisis del ex ministro es que “el plan del gobierno será aguantar con el régimen cambiario vigente con la expectativa de que, pasada la elección presidencial de noviembre en Estados Unidos, el FMI apruebe un nuevo préstamo al gobierno argentino, con nuevo financiamiento. El escenario que más facilitaría tal situación es un triunfo de Donald Trump, por razones de política interna de Estados Unidos y de política exterior. El Gobierno buscaría usar esos dólares para dolarizar con apoyo geo-político, aún si esa opción no resulta ser la preferida por el Staff del FMI”.
Si el gobierno logra aguantar hasta noviembre el escenario parece un poco más favorable, sobre todo después de este fin de semana donde todos los analistas parecen coincidir en que las elecciones de Estados Unidos quedaron sentenciadas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que noviembre puede ser enero si además hay que esperar la asunción. Cualquiera de las dos fechas parece una eternidad para la situación de la economía de la Argentina y el transitar del Gobierno.
Pero existe otra alternativa para avanzar en la dolarización, por izquierda digamos, sin marco legal o un marco ínfimo, lo que el Presidente llamó en su momento dolarización endógena que se daría por la competencia de monedas.
Allí entra a jugar la política de desaparición de pesos. Algunos de los personajes de la mesa chica y los asesores del presidente (¿Milei también?) creen que si no hay pesos “la gente” comenzará a usar los dólares guardados y se comenzará a dolarizar por sí sola la economía.
El razonamiento de los asesores y el presidente hacen recordar a aquel ministro de Mauricio Macri (Juan José Aranguren) cuando en una reunión del Gabinete energético afirmó que la gente iba a tener que dejar de usar el lavavajillas para ahorrar en energía.
En cualquier caso, tenga razón Milei o Guzmán si la dolarización llega por derecha o izquierda el problema de la economía argentina no se atenúa, sino que crece.