Así lo explicó el organismo que comanda Santiago Bausili a través de un comunicado. Allí mencionó que logró traspasar su deuda al Tesoro y que el próximo objetivo es “consolidar de eliminación de la inflación”.
En medio de las dudas por la segunda fase del plan económico, el Banco Central (BCRA) ratificó este martes su intención de avanzar en una competencia de monedas. Así lo explicó a través de un comunicado, en el que dio por inaugurado el “nuevo marco monetario” con el objetivo de “consolidar la estabilidad de los precios” y “el proceso de eliminación de la inflación”.
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En esta segunda etapa del programa, la autoridad apunta a la fijación de la cantidad de dinero en relación a la base monetaria amplia (BMA). En ese contexto, se limitará la BMA en el monto nominal existente el 30 de abril, que son alrededor de $47,7 billones de pesos corrientes.
“Ese valor reciente de la BMA se asemeja en términos reales a la totalidad de la base monetaria (BM) con la cual operaba normalmente la economía argentina previo a la imposición de controles de cambio en agosto 2019″, precisó.
Según explicaron en el BCRA, esta medida busca “consolidar el proceso de eliminación de la inflación y sentar las bases del marco normativo para la implementación de la competencia de monedas”.
Es decir, que en las previsiones del plan económico del Gobierno se espera que próximamente funcione un sistema de libre competencia en el que convivan el peso y otras monedas que también pasarían a ser de curso legal. O dicho de otro modo, que se pueda elegir la moneda a través de la cual se podrán realizar distintas operaciones o transacciones.
Meses atrás, el Ministerio de Economía había planteado algunos de los requisitos para aplicar ese plan de competencia de monedas. En primer lugar, mencionó la necesidad de alcanzar “un marco macroeconómico disciplinado que incentiva a la autoridad monetaria a mantener la estabilidad del valor del peso y evitar así la emisión monetaria y consecuente inflación persistente que ha caracterizado a la economía argentina de los últimos veinte años”.
Asimismo, dentro de las “condiciones necesarias” para avanzar en la implementación son el superávit fiscal, la acumulación de reservas internaciones y la reducción de los pasivos remunerados del Banco Central “a niveles sustentables y el saneamiento de su hoja de balance”.
Por ello, en el comunicado del BCRA también se detallaron una serie de finalidades en las que estuvo avanzando en los últimos días que se vinculan a estas condiciones, como la eliminación de la totalidad de los pasivos remunerados de la entidad.
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A partir de este lunes, el BCRA dispuso eliminar la ventana de pases pasivos completando así un proceso que le permitió reducir sus pasivos remunerados desde $58,3 billones en agosto de 2023 (a precios de junio de 2024) a cero en julio. Según afirmaron, en el primer día en el que las LEFIs estuvieron disponibles, los bancos suscribieron un total de $10,85 billones.
Por otro lado, la autoridad monetaria anunció la reducción de las fuentes de monetización fiscal indirecta, conocido como BIDs y PUTs. “Se habilitaron múltiples mecanismos de monetización indirecta del déficit fiscal. En su totalidad, estas contingencias monetarias llegaron a representar el 3% del PBI (o 0,93 veces la base monetaria) en diciembre 2023″, señaló la entidad a cargo de Santiago Bausili.
Otro de los puntos es la definición de instrumentos de regulación de liquidez dentro del nuevo marco monetario. De acuerdo a lo que indicó el BCRA, “los bancos podrán activar y desactivar sus saldos en pesos diariamente suscribiendo y vendiendo LEFIs a través del Banco Central”.
Y también subrayó que “la programación monetaria del BCRA anticipa la continuidad del crecimiento de la demanda de dinero durante el segundo semestre del 2024. La BM habría mostrado un punto de inflexión desde su mínimo de 2,5% del PBI marcado en marzo 2024. Los modelos de programación monetaria del BCRA anticipan la continuidad de un proceso de remonetización de la economía a lo largo del 2do semestre de 2024. El grado de monetización esperada podría llegar a absorber 21% de la liquidez ociosa determinada al fijar la BMA el 30 de abril.