La Bolsa de Cereales de Córdoba reportó que se vendió el 53% de la producción estimada del cereal y el 47% de la oleaginosa, con precios a la baja.
La Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) informó que se comercializó el 53% de la producción estimada de maíz y el 47% de la de soja para la campaña 2023/24.
A pesar de este avance en la comercialización, el sector enfrenta desafíos significativos debido a la caída en los precios de los granos.
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El informe también reveló un incremento del 65% en la exportación de productos del complejo sojero y de maíz respecto al primer semestre de 2023.
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Sin embargo, el descenso en los precios llevó a que el ingreso de divisas durante el primer semestre sea el más bajo de los últimos cuatro años.
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Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), la liquidación de divisas acumulada hasta junio alcanzó los US$11.024 millones. Marcó el nivel más bajo en este período reciente.
El efecto de los precios internacionales de los granos en el mercado local
Hasta junio, las exportaciones de maíz y productos del complejo sojero alcanzaron aproximadamente 36,5 millones de toneladas.
Marcaron un incremento del 65% en comparación con los primeros seis meses de 2023. Este volumen también superó los 34 millones de toneladas exportadas en el primer semestre de 2022, el período que registró el mayor ingreso de divisas en los últimos cuatro años, destacó la BCCBA.
A pesar del incremento en el volumen exportado de maíz y productos del complejo sojero, los precios de estos productos bajaron.
“La caída en la entrada de divisas no se debe a que el ‘agro no liquida’, sino a que los precios de exportación de los productos transables del sector son menores a los observados en períodos anteriores”, indicó el informe de la BCCBA.
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El reporte destacó que, en un contexto de descenso del poder adquisitivo en pesos y una inflación en dólares, “el ritmo en la comercialización de la soja y el maíz no luce atrasado, considerando la incertidumbre que genera el contexto mencionado”.
Para la campaña 2023/24, la producción nacional de soja se estimó en 49 millones de toneladas. Hasta la segunda semana de julio, se comercializaron 23 millones de toneladas, lo que representa el 47% de la producción estimada.
“Este ritmo en la comercialización se posiciona dos puntos porcentuales por encima del ciclo previo y tres por debajo del promedio de las últimas cinco campañas”, señalaron.
En mayo se observaron la mayor cantidad de fijaciones, mes en el cual la brecha cambiaria promedió el 25%, mientras que en el mes de junio el promedio trepó al 40% , destacaron.
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Como resultado, “el precio disponible de la soja ajustado en dólares disminuyó en promedio US$23 por tonelada al pasar de un mes a otro”.
Desde la devaluación del 13 de diciembre de 2023, el precio disponible de la soja en pesos se incrementó un 6%, en contraste con una inflación acumulada del 80%, explicó la BCCBA.
El informe también resaltó que, en términos reales, el precio actual de la soja en el mercado local es de $185.000 por tonelada, por debajo de los $216.000 pagados antes de diciembre de 2023.
“La pérdida de poder adquisitivo podría desincentivar o retrasar la comercialización de la oleaginosa”, afirmaron.
“Se comercializó más maíz a esta altura que en la campaña anterior”
Hasta el 10 de julio, el ciclo comercial del maíz en Argentina reveló que se comercializó aproximadamente el 53% de la producción estimada.
Según el informe de la BCCBA, “se vendieron alrededor de 24,5 millones de toneladas de maíz de una producción nacional proyectada de 47,5 millones de toneladas”.
Este ritmo de comercialización es “siete puntos porcentuales superior al de la campaña previa”, aunque sigue siendo “cinco puntos porcentuales por debajo del promedio de los últimos cinco años”.
En cuanto a los precios, “el 69% del volumen comercializado ha sido fijado”, un porcentaje que se mantiene en línea con el ciclo anterior pero que está “por debajo del promedio histórico de las últimas campañas”.
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El informe destacó que “la mayor parte de las fijaciones se produjo a finales de mayo y alcanzó su punto máximo en la penúltima semana de junio”.
La BCCBA señaló que “el aumento en el precio relativo de la soja frente al maíz ha llevado a una disminución en las fijaciones de soja y un aumento en las de maíz”.
Además “un 70% de la producción agrícola nacional se realiza en campos arrendados”, lo que implica que la comercialización también está influenciada por las necesidades financieras de los propietarios de las tierras.