miércoles, 25 septiembre, 2024
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De Néstor Kirchner a Javier Milei: qué pasó con las reservas del Banco Central en los últimos 20 años

Desde hace años, la falta de divisas es uno de los principales obstáculos al crecimiento de la economía argentina. Qué sucedió durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei.

De Néstor Kirchner a Javier Milei: qué pasó con las reservas del Banco Central en los últimos 20 años. (Foto: NA/ DANIEL VIDES).

De Néstor Kirchner a Javier Milei: qué pasó con las reservas del Banco Central en los últimos 20 años. (Foto: NA/ DANIEL VIDES).

La escasez de dólares es, históricamente, uno de los principales problemas que impiden el crecimiento de la economía argentina. Por eso, y sobre todo en los últimos años, los especialistas miden casi milimétricamente cómo evolucionan las arcas del Banco Central (BCRA), que se convirtieron en un indicador clave.

Las reservas que están en poder de la autoridad monetaria son fondos en dólares u otras monedas con las que el país hace frente a importaciones, compromisos de deuda o abastecer la demanda, por ejemplo, de gastos turísticos en el exterior. Esos activos provienen de exportaciones, créditos por parte de organismos privados y de los depósitos de los ahorristas.

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A grandes rasgos, las reservas se dividen en brutas y netas. Las primeras incluyen a las divisas que provienen de exportaciones u otros ingresos en moneda extranjera, el oro, préstamos internacionales, el swap con China y los encajes por los depósitos de los ahorristas.

De acuerdo con los últimos datos publicados por el Banco Central, las reservas brutas se ubicaron en US$26.402 millones al 31 de julio. Se estima que aproximadamente un 55% son divisas, un 17% está en oro, mientras que 27% son colocaciones realizables en divisas -donde se encuentran inversiones que coloca el BCRA – y el resto son convenios multilaterales de crédito.

Por otro lado, las reservas netas son aquellas que se consideran “de libre disponibilidad”. Esto es, que no se incluyen todos los pasivos o los créditos ni los encajes. Los economistas -y el FMI- suelen mirar este indicador con mayor atención porque se las considera el verdadero “poder de fuego” de la autoridad monetaria.

Según estimaciones privadas, las reservas netas cerraron julio con un saldo negativo cercano a los US$6500 millones, después de que el equipo económico decidiera avanzar con una maniobra de intervención sobre el mercado de los dólares financieros.

Qué pasó con las reservas durante los últimos gobiernos

Desde la crisis de 2001 hasta hoy, las reservas estuvieron en el centro de la opinión pública en diferentes momentos. Durante el gobierno de Néstor Kirchner, cuando el primer kirchnerismo tuvo superávit gemelos, las reservas del BCRA crecieron notablemente.

Entre el 25 de mayo de 2003 y el 10 diciembre de 2007, las arcas del organismo monetario pasaron de US$11.048 millones a US$46.443 millones. El aumento durante el gobierno de Néstor Kirchner fue de US$35.395 millones. Fue tal la recuperación que el mandatario se animó a cancelar, el 3 de enero de 2006, toda la deuda de la Argentina con el FMI. Fue un solo pago de US$9530 millones.

Los gobiernos de Cristina Kirchner tuvieron dinámicas bien diferentes. El primer mandato (2007-2011) no mostró grandes variaciones en las reservas. Al llegar, la expresidenta contaba con US$45.566 millones en el BCRA y en ese primer tramo de su gestión sumó US$877 millones para cerrar el 10 de diciembre de 2011 con US$46.443 millones en el BCRA.

Sin embargo, durante ese período el entonces presidente de la autoridad monetaria, Martín Redrado, denunció que el matrimonio Kirchner buscaba financiar el aumento del gasto público mediante el uso de las reservas sin consultar al BCRA. El conflicto terminó con la renuncia del funcionario en enero de 2010.

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La tensión en el frente externo se incrementó notablemente durante el segundo mandato de Cristina Kirchner y, pocos días después de ser reelegida, la expresidenta convalidó la puesta en marcha de las primeras restricciones cambiarias. Ese cepo se fue perfeccionando a lo largo de los cuatro años siguientes, pero no logró controlar la salida de dólares del BCRA. Entre 2011 y 2015 se perdieron US$21.581 millones y la expresidenta entregó el poder con US$24.862 millones en las bóvedas de Reconquista 266.

La llegada de Mauricio Macri a la presidencia, en 2015, venía con una promesa de campaña muy fuerte: levantar el cepo cambiario. Para eso, el equipo económico sabía que debía conseguir financiamiento externo, de modo tal de engrosar las reservas antes de levantar las restricciones. Eso se logró con un préstamo de bancos internacionales (repo) y mediante la activación de un tramo del swap con China.

Durante la primera mitad del gobierno de Macri, también ingresaron dólares por el mercado financiero. En enero de 2018, las reservas llegaron a superar los US$63.000 millones. Sin embargo, el clima financiero internacional cambió rápidamente y la salida de divisas se aceleró. En junio, las arcas del BCRA bajaron hasta los US$48.000 millones y el Gobierno recurrió nuevamente a un préstamo del FMI.

Ese apoyo financiero trajo algo de tranquilidad, pero no alcanzó para evitar la reimposición del cepo cambiario que sigue vigente hasta hoy. Con todo, y apuntaladas por los desembolsos del organismo multilateral, durante la gestión de Macri las reservas sumaron US$18.922 millones y llegaron a diciembre de 2019 en US$43.785 millones.

Qué pasó con las reservas del Banco Central en los últimos 20 años.. (Foto: Folha - Reuters - NA)

Qué pasó con las reservas del Banco Central en los últimos 20 años.. (Foto: Folha – Reuters – NA)

La gestión de Alberto Fernández ajustó en varias ocasiones las normativas cambiarias, pero tampoco logró frenar la salida. Con brecha alta por el atraso del dólar oficial, la demanda por importaciones creció y las trabas para acceder a divisas se multiplicaron.

Las restricciones que generó la pandemia junto con la histórica sequía del año pasado complicaron más el panorama. Los desembolsos del FMI -renegociación mediante- solo alcanzaron para repagar la deuda con el organismo y no trajeron alivio alguno a las variables financieras. Al final del mandato de Fernández, el BCRA tenía US$21.017 millones en reservas brutas y las netas eran negativas por unos US$10.000 millones. En el lapso 2019-2023 se perdieron US$22.768 millones.

Desde la asunción de Javier Milei hasta el 31 de julio, las reservas crecieron US$5382 millones contabilizando los pagos al FMI y también a los bonistas durante ese período. La administración libertaria encaró el problema de las reservas con una fuerte devaluación en la primera semana de mandato y una gradual apertura de la demanda importadora. Sin embargo, todavía persisten varias restricciones cambiarias y el impuesto PAIS, que genera un recargo sobre el tipo de cambio oficial.

Mes por mes, qué pasó con las reservas en la gestión de Milei

Al analizar el devenir de las reservas durante los primeros siete meses y medio del gobierno de Javier Milei se pueden observar claramente dos etapas. Un período de ingreso de dólares que se extendió desde diciembre hasta mayo y un último bimestre más desafiante, con salida de divisas.

  • Desde el 10 de diciembre hasta el último día de 2023, las reservas del BCRA subieron US$1864 millones y el organismo compró US$2896 millones en el mercado.
  • Ya en enero, el primer mes completo de gestión, las arcas de la autoridad monetaria sumaron US$4568 millones, de los cuales US$3272 millones se explicaron por compras en el mercado de cambios. Los desembolsos de organismos internacionales ascendieron a US$2579 millones.
  • En febrero, las reservas cayeron US$951 millones, a pesar de las compras de US$2358 millones que realizó el BCRA. Ese mes impactaron negativamente los pagos de deuda, que sumaron US$974 millones.
  • Durante marzo, las arcas del BCRA tuvieron un incremento de US$437 millones. Si bien el organismo compró US$2882 millones en el mercado oficial, no logró retenerlos por los pagos de deuda.
  • Hacia abril esa tendencia se reforzó: la autoridad monetaria adquirió US$3345 millones pero las reservas solo sumaron US$451 millones en el mes. Los pagos de deuda sumaron más de US$2800 millones y explicaron buena parte de la diferencia entre lo comprado y lo acumulado.
  • Mayo fue el último mes de compras netas en el mercado oficial. El BCRA se llevó US$2532 millones de la liquidación de exportadores y logró incorporar US$1085 millones a las reservas.
  • En junio, el saldo por la intervención de la autoridad monetaria en el mercado fue negativo por US$47 millones. A pesar de eso, el BCRA logró sumar US$358 millones a las reservas gracias a desembolsos de organismos internacionales.
  • Julio profundizó la salida de divisas por las ventas del BCRA en el mercado oficial. El organismo acumuló un saldo negativo de US$181 millones, que desde el oficialismo justificaron por los pagos de importación de energía. A eso se sumaron pagos a bonistas, al FMI y amortización de capital de la serie 2 de Bopreal. Así, las reservas retrocedieron US$2623 millones el mes pasado.

Polémica por el oro del Banco Central

Hace pocos días, el ministro Luis Caputo confirmó que el BCRA había enviado al exterior parte del oro de las reservas para intentar generar un rendimiento sobre esa tenencia. Sin embargo, ni el funcionario ni la autoridad monetaria brindaron precisiones sobre el monto, destino, tipo de operación o interés percibido.

El titular de La Bancaria y diputado por el Frente de Todos, Sergio Palazzo, hizo un pedido de acceso a la información pública para conocer esos detalles. En su requerimiento, apuntó a dos fechas específicas para la salida de oro: el 7 y el 28 de junio. También mencionó un vuelo de British Airways, por lo que se sospecha que el metal fue a algún tesoro londinense. Todavía no hubo respuesta del BCRA.

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Caputo elogió al organismo monetario por buscar un rendimiento adicional sobre los lingotes que integran las reservas. No obstante, un recorrido por las páginas web de diferentes bancos muestra que la tasa que se paga por el oro físico (cuyo almacenamiento es costoso) es muy variable, pero en la mayoría de los casos está en torno o por debajo del 2% anual.

Más allá de enviar el oro al exterior para depositarlo y generar una renta, la operación también puede servir para hacer compraventas en el mismo día y ganar una diferencia en dólares. Otra aplicación posible es usar los lingotes como prenda en algún préstamo internacional. Si bien el mercado especulaba con esa chance, Caputo lo negó ante representantes de sociedades de Bolsa y dijo que el crédito que tomará con entidades del exterior estará garantizado con títulos públicos.

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