El gremio del petróleo de Cuyo va al paro: qué exigen y cómo impactará

El Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo, Gas Privado y Energías Renovables de Cuyo y La Rioja anunció un paro total de actividades para este martes 20 de agosto.

La medida de fuerza afectará los yacimientos que las compañías YPF S.A., ROCH, PLUSPETROL S.A., ACONCAGUA ENERGÍA, PHOENIX, CGC y EMESA operan en la provincia de Mendoza.

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La huelga responde a “una serie de graves irregularidades e incumplimientos severos por parte de estas empresas que, por desidia o estrategias comerciales, ponen en riesgo la integridad y fuentes de trabajo” de los trabajadores, denuncia la entidad que conduce Julián Matamala.

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“Vemos como inevitable una acción de protección por parte del sindicato, en respuesta a la conducta asumida por las compañías operadoras que atentan contra la seguridad de las fuentes de trabajo y por ende diezma los proyectos de inversión que contribuirían firmemente al sostenimiento de la matriz energética nacional”, sostuvo el secretario general del gremio.

Y agregó: “Hemos agotado todas las vías de diálogo posibles con cada uno de los actores mencionados anteriormente y ya sea a través del silencio o de la dilación, han optado por no dar ningún tipo de solución a los puntos que dan sustento a esta medida informada”.

Los reclamos del sindicato de petróleo, por los que va a la huelga

• Se acordó con otros gremios (fuera de jurisdicción), un acuerdo para dejar en stand by equipos que operan actualmente en las zonas de Cerro Morado, Chachahuen, Desfiladero Bayo y Paso Barda, que se encuentran en su totalidad dentro de la Provincia de Mendoza.
• Falta de tareas de reparación y mantenimiento necesarios para mantener la producción.
• Desinversión en campamentos e instalaciones propias dentro de los yacimientos (plantas. baterías, pozos, etc.).
• Incumplimientos en seguridad: algunas empresas tercerizan el servicio con visitas al yacimiento una sola vez a la semana. Aducen que «los costos resultan sumamente elevados”.
• Procesos sistemáticos de desinversión y baja de contratos con empresas locales proveedoras de servicios. Esta medida genera una pérdida significativa de puestos de trabajo.
• Incumplimiento total de regulaciones actuales sobre contratación: se genera desigualdad de participación de las empresas locales en los procesos de licitación e incumplimiento con el principio de Compre Mendocino.
• Baja de equipos y desvinculación de personal estratégico, relacionado a áreas de almacenes y mantenimiento. Todo esto, bajo el pretexto de reducción de costos.
• La existencia de pozos parados totalmente, debido al bajo retorno financiero que las compañías no estiman rentables.
• Se han finalizado contratos de obras con empresas que siguen manteniendo su personal, sin tener trabajo en el área. En caso de otras contratistas, se hacen inversiones mínimas, exclusivamente para el mantenimiento del área, lo que demuestra una evidente baja en la producción y deterioro en instalaciones. Se extienden contratos por periodos muy cortos, sin dar lugar a la posibilidad de renegociar nuevas prolongaciones de los mismos.