Trabajadores de la Dirección General de Promoción del Libro, Bibliotecas y la Cultura, dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, marcharon al Ministerio de Cultura porteño, para reclamar por el cierre «intempestivo y arbitrario» de cientos de talleres culturales gratuitos, que se brindaban en distintos barrios populares de la Ciudad. Denuncian recortes, vaciamiento y el intento de privatización. Además, expusieron el «maltrato» a les docentes por parte de la gerencia y una falta total de respuesta de las autoridades del GCBA.
«Nos encontramos en estado de alerta y movilización, debido a que continúa no sólo el cierre de talleres y baja de horas cátedra para lxs docentes, sino también hay un cambio intempestivo y arbitrario en cuanto a la programación de Talleres que a inicios de año se habían publicado como oferta cultural de cada centro para lxs vecinxs de nuestros barrios», expresó Sol Copley a Página/12, delegada general del programa cultural en Barrios por ATE capital.
«Este ajuste, totalmente injusto, desprolijo y desprovisto de toda lógica cultural basada en derechos, conlleva situaciones donde les dicen desde la gestión a lxs docentes que deben autoubicarse en otras dependencias privadas (clubes de barrios o centros de jubilados por ejemplo) para poder dar su taller (de lo contrario se les da de baja), dejando a cientos de vecinxs sin la vacante y sin la posibilidad de continuar con ese taller, negándoles el acceso a la cultura, libre y gratuita», agregó.
A esto se suma, según denunció la dirigente, la falta de interlocutor ante las necesidades que lxs coordinadorxs de cada centro elevan a la dirección. «Como si no fuera suficiente con el recorte, el vaciamiento y el intento de privatización, tanto docentes como coordinadorxs se ven cotidianamente maltratadxs por la gerencia que denosta y menosprecia constantemente el trabajo construido exitosamente por 40 años».
Asimismo, se refirió a la «situación de precariedad a la que hace tiempo nos somete este gobierno, con sueldos miserables, con una forma de contratación que implica negarnos estabilidad, antigüedad y muchos otros derechos», sostuvo.
Ante esta situación, miles de docentes, vecinos y vecinas, se dieron cita este martes en el edificio de avenida de Mayo 575, para «denunciar lo que pasa en estos centros culturales y qué es lo que está atacando el Ministerio de Cultura con sus acciones».
Promoción y difusión cultural
La Dirección General de Promoción del Libro, Bibliotecas y la Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, tiene bajo su órbita al Programa Cultural en Barrios, Circuito de Espacios Culturales y otros programas afines.
Esta política cultural tiene una historia larga: nació al calor de la primavera democrática en 1984. Empezaron algunos centros culturales, después se fue expandiendo y ahora hay cientos de talleres en 36 espacios culturales. «Nacen con el sentido de comunidad y de volver a crear lazos en los barrios que habían sido rotos durante la dictadura», contó Copey.
Sin embargo, desde que asumió el macrismo en la Ciudad se fueron dando ciertas modificaciones que perjudicaron a la promoción y difusión cultural, «porque tienen una concepción completamente diferente de la cultura. No pasa como herramienta de transformación social sino que, es una mirada mucho más elitista y que tiene que ver con una cuestión de espectáculo», agregó la dirigente.