Javier Milei está decidido a cerrar Aerolíneas Argentinas en caso de que el Gobierno no logre avanzar con la privatización de la compañía. Así se lo comunicó a su mesa chica en las últimas horas, luego de un nuevo paro salvaje que complicó los traslados aéreos durante el miércoles.
«La decisión está tomada: se privatiza, o se cierra«, les dijo Milei a sus funcionarios en reuniones que mantuvieron en las últimas horas. La expectativa del Gobierno es que prospere un proyecto legislativo presentado por el PRO, que hoy no tiene garantías de ser aprobado. Si eso no sucede, Milei cerrará definitivamente la compañía estatal.
En el Gobierno, a diferencia de lo que dijo Patricia Bullrich en una entrevista televisiva, prefieren no hablar de tiempos, aunque sostienen que el cierre o privatización de Aerolíneas se va a dar por decantación, a partir del enorme descontento que identifican en un sector de la opinión pública por los constantes paros que hubo en las últimas semanas, que afectaron a miles de pasajeros que tenían que viajar.
«La lógica es la siguiente, en cada decisión que toma Javier. Si la temperatura está alta, si la gente está caliente como está ahora por el conflicto gremial de Aerolíneas, la decisión va a salir más temprano que tarde», explican respecto al mecanismo que se implementa internamente.
Y dan detalles de cómo funciona ese procedimiento, muy alineado al humor social del momento. «Él ya lo decidió hace rato y por eso lo mandó dentro del paquete de la Ley Bases: terminaron autorizadas 11, pero afuera de esa lista quedó Aerolíneas: con semejante quilombo, se va a insistir para privatizarla. Y si no se logra, vuela Aerolíneas, se las revolea por el aire«, confía una alta fuente ejecutiva consultada por Clarín sobre lo que imagina como dos caminos en relación a la áerea, estatizada en 2008.
El humor social, clave en la decisión
El clima de la calle, aseguran en el Gobierno, es determinante. «Hace seis meses hacías un relevamiento y te daba 90/10 en favor de mantener a Aerolíneas como estatal; después eso cambió y pasó a ser 50/50. Hoy, con todos estos paros, lo que medimos es que la gente está 80/20 a favor de privatizar«, aseguran respecto a cómo Milei y su círculo más cercano definen qué hacer respecto a temas de crisis como estos. La opción de darle la compañía a los empleados para que la controlen también sigue en pie, aunque por estas horas la decisión que más peso tiene internamente es desfinanciarla y obligarla al cierre.
Patricia Bullrich dijo este jueves que se vienen «medidas muy importantes» contra los piquetes áereos y apuntó especialmente contra Intercargo, la compañía a la que denunció en la Justicia por los presuntos delitos de privación ilegítima de la libertad, extorsión y entorpecimiento del transporte aéreo.
En la Rosada aseguran que los dichos de Bullrich obedecen a decisiones que se van a implementar en los próximas días desde el Ministerio de Seguridad, vinculadas a lo que en el Ejecutivo denominan piquetes aéreos. «Patricia dijo eso porque tiene la información y está ajustando cómo se va a definir eso», comentan, sin dar más detalles, pero validando las declaraciones de la funcionaria. Mientras tanto, Luis Caputo anunció por X el despido de 15 empleados de Intercargo por extosión a los pasajeros.
En relación al proyecto de privatización que presentó Hernán Lombardi, diputado del PRO, en septiembre pasado, la idea del oficialismo es mantenerlo vigente para mostrar que están abiertos a debatir el tema en el plano institucional. Aunque tienen claro que, por ahora, el poroteo no les da favorable y que difícilmente prospere en el corto plazo. «Si no sale, mala suerte. Pero una decisión hay que tomar porque esto no puede seguir así. Por eso vamos a cerrarla si eso no prospera», dejan entrever voces del Gobierno.
Los antecedentes que validan la privatización o el cierre
En el Gobierno comparan el tema directamente con dos situaciones puntuales en las que, entienden, tuvieron éxito durante estos 11 meses de gestión. El primero es el fin de los piquetes en la Avenida 9 de Julio, a partir del protocolo implementado por Bullrich y de la decisión, en paralelo, del Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello de quitar los intermediarios a los planes sociales.
El otro asunto de coyuntura que relacionan es la reciente marcha por la ley de financiamiento educativo. Si bien es un tema que genera muchas más divisiones en la opinión pública, en la Rosada aseguran que la última protesta, con muchos actores políticos en la calle manifestándose, expuso a la denominada casta y les dio espacio para que el veto de Milei a la nueva legislación sancionada por el Congreso no generara tanto ruido en la gente.
En paralelo, la decisión futura respecto a Aerolíneas genera quejas en el sector aeronáutico. El titular de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano, justificó la medida de fuerza que generó el caos y afectó a decenas de vuelos, y cuestionó al Gobierno por los duros cuestionamientos contra los empleados de Intercargo, la empresa a cargo del servicio de rampas.
«Encerrada la gente no estuvo en ningún momento, esperando las valijas sí. Pero nunca encerradas. Decían que la gente estaba arriba del avión, pero en realidad hasta que el micro no llega al pie, los pasajeros no pueden bajar. Y a los choferes de los micros los acompañó la Policía Aeroportuaria para llevar a los pasajeros», sostuvo Llano, que dijo que el Gobierno los compara con organizaciones terroristas como Hamas.