“No descartamos que el macrismo, junto con los grupos económicos y medios, intente proscribir a Cristina Kirchner, haciendo que la Corte antes de diciembre confirme el fallo y así meterla presa de acá a fin de año, no se si lo van a lograr pero lo están intentando”, advirtió el senador ultra K Oscar Parrilli, en otra de sus teorías conspirativas.
Llama la atención que Parilli, que es abogado y ex jefe de la SIDE, no sepa que los pasos procesales después de la confirmación de la condena a 6 años de prisión a la ex presidenta no dan para que la Corte Suprema resuelva antes de fin de año la apelación que presentará su jefa.
A partir de ahora la presidenta del PJ tiene 20 días hábiles para presentar un recurso extraordinario y la misma sala de Cámara de Casación dispone de otros 20 para decidir si lo acepta. Si lo rechaza, Cristina podría ir en queja al máximo tribunal de Justicia de la Nación, luego de depositar un millón de pesos.
Es decir que recién a fines de diciembre -la feria judicial empieza antes de Navidad- o en febrero, la sala IV de Casación -integrada por los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña- decidirá cómo irá el recurso de Cristina a la Corte.
Después, el máximo tribunal tiene que pedir la opinión no vinculante del Procurador General de la Nación, Eduardo Casal. Es decir, recién en marzo el recurso “caliente” llegaría a la Corte.
En fuentes judiciales trascendió que “es posible” que la Corte decida antes de fin de año otros dos recursos vinculados a Cristina. Uno contra la decisión de un tribunal oral de anular la causa del “Dólar Futuro” y otro por el pacto con Irán.
Estos plazos procesales permiten que el juez de la Corte Juan Carlos Maqueda se jubile el 28 de diciembre sin votar el recurso de Cristina contra la condena en la causa Vialidad.
Pero tras su jubilación, la Corte quedaría con solo tres miembros: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti.
Entonces, en marzo con que uno solo de los tres jueces vote a favor de anular la condena, debería usarle el famoso bolillero de la Corte y designarse un conjuez entre los 25 presidentes de cámara de apelaciones federales de todo el país, explicaron a Clarín altas fuentes judiciales.
Todo sin considerar que otros de los 7 condenados también podrían presentar su propio recurso. En esta etapa, los abogados penalistas acostumbran presentar todos los recursos que están a su disposición para “dilatar, dilatar y dilatar” todo lo posible la ejecución de la pena.
De todos modos, la Corte en general no anula condenas que pasan por un juez de instrucción, una cámara de apelaciones, Casación, y un tribunal oral. El 90 por ciento son ratificadas y generalmente apelando el artículo 280 del Código Procesal en lo Civil y Comercial, es decir sin fundamentar, contó un abogado que circula por los pasillos del palacio de Tribunales.
La última condena que anuló la Corte fue en el 2012 contra Fernando Carrera, acusado de atropellar a varias personas en el barrio porteño de Pompeya en el año 2004 al querer huir de la policía, en el hecho conocido como la “masacre de Pompeya”. La película “El Rati Horror Show” de Enrique Piñeyro mostró como la policía “plantó” prueba para condenar a Carrera.
En el caso de que la Corte confirme el año próximo la condena, Cristina iría a prisión domiciliaria porque tiene más de 70 años.
Además, podría usar el artículo 280 del Código Procesal en lo Civil y Comercial para rechazarlo sin argumentar.
El máximo tribunal ya usó el artículo 280 en la condena contra el piquetero K Luis D’Elía por la toma de la comisaria de la Boca en el 2004 y luego las sentencias contra los ex secretarios de Transporte K Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi por la Trageia de Once. Y en el 2020 cuando ratificó la condena del ex vicepresidente Amado Boudou a 5 años y 10 meses de prisión por el caso Ciccone. Malos precedentes para Cristina quien intentó sin éxito hacerle un juicio político a la Corte durante la presidencia de Alberto Fernández.
El artículo 280 dice que “cuando la Corte Suprema conociere por recurso extraordinario, la recepción de la causa implicará el llamamiento de autos. La Corte, según su sana discreción, y con la sola invocación de esta norma, podrá rechazar el recurso extraordinario, por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia”, entre otras disposiciones.
De todos modos, cuando la Corte tenga el recurso de la ex presidenta empezará otra carrera: saber si se presentará a las elecciones legislativas nacionales para tener fueros y no cumplir la condena.
El 25 de mayo de 2025 es la fecha límite para la presentación de las listas de precandidatos ante las Juntas Electorales Partidarias, y si la Corte no se expide antes, la ex presidente podrá recurrir a argumentos como decir que ya están vigente sus fueros, como hizo el ex presidente Carlos Menem como senador en los últimos años de su vida.
En otro plano, un sector del kirchenrismo apuesta a una negociación con el gobierno de la Libertad Avanza. Aunque Parrilli dijo que “no sé” si otros sectores K están negociando los votos en el Senado para nombrar al juez federal Ariel Lijo y el constitucionalista Manuel García-Mansilla antes del 30 de noviembre. Es improbable.
Otra alternativa sería darle una luz verde a Milei para que nombre por decreteo y en comisión a sus candidatos. Pero según La Nación, García Mansila habría hecho trascender que no asumiría en esa condición. Es decir, en comisión mientras no delibere el Congreso entre el 30 de noviembre y el 1 de marzo.
Si es cierto que habría una supuesta negociación entre el asesor presidencial Santiago Caputo y los K por apoyar a Lijo a cambio jueces federales clave en la lista de 150 candidatos que el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, anunció la semana pasada en forma oficial que enviará al Congreso.
Los K sueñan con que Lijo eventualmente apoye revisar la condena de Cristina tras las jugadas que aún guardan en el bolsillo y que las decenas que ya ejecutaron y demostraron que la ex presidenta no tiene límites para defenderse.