En plena campaña Javier Milei se encargó de bautizarla como «El Jefe» para describir la importancia su hermana Karina en la construcción política que lo llevó a la Presidencia. Y así fue como la funcionaria fue justificando este mote en el primer año de gestión, vetando funcionarios, construyendo el partido oficial a nivel nacional y siendo clave en la agenda del mandatario. Pero en los últimos días la secretaria general levantó llamativamente el perfil encabezando negociaciones para que el oficialismo se pueda garantizar la conducción de la Cámara de Diputados o una comitiva a Brasil para atraer inversiones.
«No se olviden nunca que Javier Milei no hubiese llegado a la Presidencia si no hubiera sido por el trabajo incondicional de Karina Milei, nuestra presidenta de La Libertad Avanza”, dijo el último sábado Martín Menem en un acto que compartió con la hermana del Presidente en la ciudad de Neuquén, donde presentaron LLA nacional, y en donde no descartó una posible candidatura de la funcionaria en las legislativas del año próximo.
En los últimos meses ambos dirigentes giraron por distintas provincias, como Córdoba, Formosa, Río Negro o Tucumán para solidificar un espacio que recientemente obtuvo su inscripción en la justicia federal. La intención del oficialismo es tener candidatos en los 24 distritos que componen el país.
Karina se recostó en el hijo de Eduardo Menem, que casualmente este martes será homenajeado en el Congreso, para ir edificando un partido propio que no los obligue, como en 2023, a realizar alianzas que luego le resulten incómodas. Tanta confianza le dispensa que el jueves pasado encabezó las negociaciones en el Parlamento para que Martín Menem pueda ser reelegido este miércoles como presidente de la Cámara de Diputados.
Junto a la poderosa funcionaria arribó a las oficinas de la Cámara baja «Lule» Menem, su principal operador político, y el primer asesor que tuvo su primo Martín al desembarcar en la política activa. Pese a la resistencia del bloque de Unión por la Patria, son «optimistas» en que el riojano continuará un año más en el cargo porque no ven escenario para «un golpe institucional» del peronismo y también recuerdan las palabras de Cristina Kirchner que concedía al oficialismo de turno un puesto que se encuentra en la línea sucesoria presidencial.
También sorprendió el martes su gira a la ciudad brasileña de San Pablo, donde se reunió el gobernador del Estado, Tarcísio de Freitas, en su calidad de mandamás de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional que meses atrás le había arrebatado a la entonces canciller Diana Mondino.
Si bien estuvo acompañada por quien reviste como titular formal de la entidad, Diego Sucalesca -el periodista que en 2019 acompañó a los hermanos Milei en una obra de teatro-, fue Karina quien se llevó todas las miradas del encuentro relegando incluso al ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, que integraba la comitiva.
Como en las recurrentes giras al exterior de su hermano, Karina también recibió un premio de las autoridades paulistas -la orden de Ipiranga en el grado de Gran Mestre la más alta condecoración concedida por el Estado de San Pablo- pero no recibió ninguna confirmación de inversión. Sí mantuvo reuniones una «empresa líder del mercado financiero global» como XP.
Más allá de estas intervenciones, la secretaria general sigue manejando de manera férrea la agenda del Presidente. Mira con atención la puja en ciernes de Santiago Caputo y los dirigentes «tuiteros» de la denominada «Banda de San Miguel» contra Sebastián Pareja, el titular del FISU y presidente de LLA Provincia, y sus «territoriales» a quienes buscan arrebatarle poder con miras al armado de listas de las elecciones legislativas.
Algunas versiones daban cuenta de cierto malestar con el asesor todoterreno y su cada vez más marcada influencia en temas de gestión. Como sea, todos coinciden que será Karina quien defina cómo se resolverá esta disputa. A la postre, junto a su hermano, es la única que tendrá su puesto asegurado, al menos, hasta el 10 de diciembre de 2027.