Con militantes y funcionarios libertarios celebrando en las bandejas del recinto pero discursos muy críticos de los jefes de bloque opositores y aliados desde las bancas, Martín Menem fue reelecto como presidente de la Cámara de Diputados en una ceremonia fría aunque cargada de tensión.
«Más allá de errores que seguro cometí y han sido mucho todos los bloques pueden dar fe de la buena intención que hubo», declaró Menem apenas fue reelecto y negó un pacto con el kirchnerismo por Ficha Limpia para lograr mantenerse en el cargo. «Es absolutamente falso y constituye una falta de respeto a la libre determinación y voluntad de todos los legisladores», sentenció.
En más de una hora y media de discursos, se colaron los reclamos por el Presupuesto 2025, la designación de los auditores de la AGN y el escándalo del senador ex peronista y actual aliado del Gobierno, Edgardo Kueider.
Tras días en que se buscó tensar la cuerda al máximo, las amenazas de rebelión nunca tomaron fuerza y bajo el argumento principal de «respetar la institucionalidad» el oficialismo no tuvo problemas en conseguir el quórum (hubo 189 presentes) aunque la ceremonia quedó deslucida por las ausencias y la tensión de los discursos.
La sesión fue conducida por Carlos Heller, de Unión por la Patria, el diputado más longevo y el jefe de bancada de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, fue el encargado de proponer a Menem para la presidencia en una exposición cargada de halagos rimbombantes y una mención a «el jefe», Karina Milei, líder política de ambos quien estaba en uno de los palcos junto a Manuel Adorni.
Bornoroni aseguró que Menem tuvo un «desempeño indiscutido», un «éxito rotundo» y que «cumplió a rajatabla el reglamento».
Pero después de él tomó la palabra el presidente de Unión por la Patria, Germán Martínez, quien en línea con los reclamos que surgieron en la reunión de su bloque la noche anterior, hizo un discurso incendiario.
«Hace un año aprobamos una resolución por la cual las comisiones se iban a conformar por sistema D’Hont. ¿Saben que hizo Menem con esa resolución?», preguntó Martínez y acto seguido rompió un papel en ocho partes.
Acto seguido, le reprochó a Menem que no dijo nada frente a los agravios de Javier Milei hacia los diputados y senadores, que no se constituyeron la mayoría de las bicamerales, que se le prestaron «vehículos (a legisladores) para ir a visitar genocidas a Ezeiza», que los trabajadores de la Cámara tienen «angustia y desolación», entre otros puntos.
A su vez, apuntó contra el ex senador peronista, Edgardo Kueider, actual aliado del Gobierno. «El senador al que la vicepresidenta Villarruel le dio la presidencia dela comisión de Asuntos Constitucionales, el mismo senador al que Santiago Caputo quería para presidir la Bicameral de Inteligencia, el hombre clave de la ley bases, al que querían como embajador de Uruguay», lanzó.
UP que tuvo 13 ausentes, porque parte del bloque directamente no quería bajar a la sesión, no acompañó pero tampoco rechazó: se abstuvieron.
La Izquierda, que tampoco acompañó la designación de Menem, hizo hincapié en el caso de Kueider. «Habrá sacado a pasear las coimas que le dieron por la Ley Bases. Venían a combatir la casta y transaron con la casta», apuntó Nicolás del Caño.
Los aliados, con críticas moderadas
El propio libertario, Oscar Zago -que tras ser echado de la presidencia del bloque de LLA armó un bloque propio- planteó «Tuvimos un año muy bueno y la pifiamos la última semana. Tendríamos que haber tenido quórum para debatir al menos el proyecto de democracia sindical y ficha limpia«.
A pesar de las tensiones que crecieron post sesión caída de Ficha Limpia, el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, respaldó a Menem en un discurso breve. «Le tocó un año muy difícil, lo que vimos como fallo o defecto, que todos tienen, lo hemos dicho donde lo teníamos que decir», sentenció.
Fiel a su estilo Miguel Angel Pichetto, que capitanea Encuentro Federal, planteó que iban a «ratificar la institucionalidad» y que esa silla debe ser ocupada por «un hombre del Presidente».
El presidente de la bancada UCR, Rodrigo De Loredo destacó la «voluntad constructiva» de Menem y reclamó por las designaciones adeudadas de los auditores de la AGN, para el que está candidateado su antecesor Mario Negri.
Pablo Juliano, titular de la bancada radical que se desprendió fue más crítico. Habló de «respeto no correspondido» y un «juego del desgaste» al que se sometió al Parlamento. Sin embargo, aclaró que lo apoyaban porque «no somos golpistas ni conspiradores», pero le pidió «revisar la estrategia de no tratar el Presupuesto».
Juan Manuel López de la Coalición Cívica también insistió con el Presupuesto y le advirtió al oficialismo que la Cámara no va a tener el año que viene la misma «paciencia» que tuvo con los DNU de Javier Milei.