sábado, 28 diciembre, 2024
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Murió Marisa Paredes, gran dama del cine español y de Pedro Almodóvar

Marisa Paredes, una de las actrices más icónicas del cine español, falleció a los 78 años. La noticia fue confirmada este martes 17 de diciembre por la Academia Española de Cine, que destacó su extensa y aplaudida carrera en la que participó en más de 75 películas y que la convirtió en una figura clave del cine nacional e internacional.

La actriz, nacida en 1946 en Madrid en plena posguerra civil, comenzó su carrera artística desde muy joven, motivada por su pasión por el teatro y el cine. Su amor por la interpretación fue evidente desde su infancia, cuando pasó horas viendo a los actores en los escenarios cercanos a su hogar. Esta vocación la llevó a convertirse en una de las grandes damas de la interpretación en España. «Mi vocación nace conmigo (…), pero tuvo mucho que ver el barrio donde vivía», recordó en una reciente entrevista con la Academia Española de Cine.

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A lo largo de su prolífica trayectoria, Paredes destacó principalmente por su colaboración con el director Pedro Almodóvar, quien la catapultó a la fama a principios de los años 80. Su primera participación en una película de Almodóvar fue en “Entre tinieblas” (1983), lo que marcó el inicio de una estrecha relación artística con el director manchego.

Paredes trabajó en otros de sus célebres films como “Tacones lejanos” (1991), “La flor de mi secreto” (1995), “Todo sobre mi madre” (1999), “Hable con ella” (2002), y “La piel que habito” (2011).

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«Gracias a Pedro Almodóvar, mi vida, mi carrera y todo ha tomado una dimensión extraordinaria», afirmó Paredes en una entrevista con TVE. Almodóvar también le dedicó sentidas palabras tras su fallecimiento: “Marisa puso en mí una confianza absoluta y me lo dio todo”, confesó en una entrevista de 1995 con Libération, destacando la gran química y admiración que existía entre ambos.

Además de sus colaboraciones con Almodóvar, Marisa Paredes también dejó su huella en producciones internacionales como “La vida es bella”, dirigida por Roberto Benigni, y “El espinazo del diablo”, del cineasta mexicano Guillermo del Toro. A lo largo de su carrera, recibió numerosos galardones, incluidos el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Goya de Honor en 2018.

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El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su pesar por la pérdida de Paredes, calificándola como «una de las actrices más importantes que ha dado nuestro país». “Su presencia en cine y teatro y su compromiso con la democracia serán un ejemplo para generaciones posteriores”, agregó sobre la trayectoria de esta artista profundamente implicada en causas progresistas.

Compromiso social y feminista

Más allá de su destacada carrera en el cine, Marisa Paredes también fue una mujer de fuertes convicciones. Siempre mostró su ideología progresista y feminista, involucrándose en diversas causas sociales y políticas a lo largo de su vida. Durante su presidencia de la Academia de Cine entre 2000 y 2003, participó activamente en las protestas contra la guerra de Irak, un acto que marcó su compromiso con temas políticos y de derechos humanos. “Eso tiene que ver con el sentimiento de clase”, explicó Paredes en una entrevista. “Era eso de decir a mi madre, ‘¿Por qué no tengo la (muñeca) Mariquita Pérez? Porque somos pobres. ¿Por qué no puedo estudiar? Porque somos pobres (…) ¿Y por qué somos pobres? Porque eso se hereda’,” reflexionó sobre su compromiso social.

Marisa también vivió una vida familiar llena de amor y trabajo, siendo madre de la actriz María Isasi, fruto de su unión con el cineasta Antonio Isasi-Isasmendi. A lo largo de su carrera, Paredes fue conocida por su fuerte presencia en la pantalla, su voz profunda y su mirada intensa, lo que la convirtió en una de las actrices más queridas y respetadas del cine español.

«Siempre me han dado personajes especiales», comentó en una entrevista con El País. “No tengo pinta española, pero he tenido la suerte de que cuando la televisión era culta y daban teatro, yo hacía todos los dramas de Chéjov, de Dostoievski, de Ibsen. Era el alma rusa. El gran drama», señaló sobre su versatilidad como actriz.

JCCL

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