Al menos ocho personas han muerto a causa de un ataque del Ejército de Israel, que ha provocado un incendio en la unidad de cuidados intensivos del hospital Kamal Aduan, situado en el norte de la Franja de Gaza y uno de los últimos centros médicos que quedan operativos en el enclave palestino.
El director del hospital, Hussam Abú Safiya, ha indicado que el ataque «pilló por sorpresa» a pacientes y médicos en «uno de los momentos más oscuros, sangrientos y difíciles» vividos en el hospital. «Vimos entrar vehículos y excavadoras en el perímetro. Escuchamos los disparos y bombardeos sin poder hacer nada», ha señalado en un comunicado recogido por el diario palestino ‘Filastin’, afín a Hamás.
En este sentido, ha denunciado que se han producido «disparos repentinos dirigidos directamente hacia el hospital y su unidad de cuidados intensivos», además de ataques contra varias viviendas cercanas al complejo sanitario, por lo que aún hay «niños atrapados bajo los escombros». «Se trata de disparos realizados con todo tipo de armas. Han golpeado deliberadamente la unidad de cuidados intensivos disparando directamente contra ella», ha aclarado.
«Hemos evacuado de forma milagrosa a los pacientes que se encontraban conectados a los ventiladores poco antes de que comenzara el incendio», ha alertado antes de describir la situación en el centro como «catastrófica» y «muy peligrosa». Así, ha explicado que los trabajadores han logrado extraer algunas bombonas de oxígeno que se encontraban en la sala de emergencias. También han tratado de apagar el incendio a pesar de la falta de agua.
Safiya, que ha lamentado la terrible situación a la que hace frente ahora el hospital, ha vuelto a pedir ayuda a la comunidad internacional. «Llevamos más de 75 días pidiendo ayuda y todavía no se ha hecho nada. Esta indiferencia permite que las fuerzas de ocupación aumenten su violencia y temo que sigan atacando otras áreas del hospital, lo que podría llevar a su completa destrucción mientras todo el mundo mira», ha lamentado.