Sofi es la dueña de un patrimonio poco frecuente: asumir que la vida es un cambio constante. Se deja llevar sin resistencias y con inocencia por lo que se le presenta, por lo que elige, por lo que sucede. La conocí cuando trabajó en Telenoche en 2017, estaba terminando la carrera de Comunicación en la universidad, quería ser periodista. Atenta a todo, se la veía dispuesta a escuchar y a aprender de todo el equipo. Más tarde participó en Bailando por un sueño y otra vez escuchó y aprendió con la intención de convertirse en una figura de los medios. Fueron creciendo sus ganas de compartir su vida en las redes, los aprendizajes, los dolores. Acaba de llegar de la India, de un curso de liderazgo de mujeres de todas partes del mundo, y hoy como influencer, después de mucha terapia, busca ser la voz de las causas que la conmueven o la representan.
– Me emocionó toda esa presentación que hiciste. Es verdad, soy un poco todo esas versiones que me han ido construyendo. Con 34 años hay un recorrido donde he ido probando diferentes maneras de mostrarme, de ser.
– ¿A cuál te estás acercando más?
– A la más honesta, a la versión más auténtica mía. Hoy soy una persona mucho más entera, más sólida internamente. Yo había estudiado Comunicación Social y trabajar en Telenoche era una locura, era jugar en Boca si tu sueño era jugar al fútbol. De repente vino el Bailando y eso también me gusta y me divierte.
– Simultáneamente todas las terapias que encaraste, las 10 millones de terapias que fuiste haciendo para conocerte.
– Jajajajaja. Anotá, empecé con memoria celular queriendo ayudar a un novio. Yo no recomiendo nada a nadie, sí recomiendo que lo que les hace bien y que si van a ‘couchearse´´ sepan de quién reciben esa información. Hay mucho chanta dando vueltas en estos temas.
– Y mucha gente que busca terapias desesperadamente para sentirse mejor.
– Sí, Reiki también hice, constelaciones familiares, registros Akáshicos, canalizaciones…
– ¿Psicoterapia?
–Sí, psicóloga también, desde hace cuatro años. Creo que es muy importante también.
– ¿A la astrología la tomás casi como si fuera una ciencia, verdad?
– Y sí, ayuda muchísimo. Para mí son todas herramientas de autoconocimiento, vos te me reís, pero es una realidad, a mí todo eso me ha ayudado, me trajo hasta acá. Hoy siento que nada es casual. Vengo de la India, ese viaje me hizo un click: “dejá de buscar tanto afuera por todos lados, todo lo tenés adentro tuyo”. ¿Qué decía? Todo eso que yo venía buscando en todas estas terapias lo encontré.
– ¿O sea que no las necesitás más?
– No sé, porque un poco te hacés adicta de esas cosas que te hacen bien, que te ayudan.
– Si sumamos todo, ¿cuánto tiempo ocupan de tu día?
– Trato de ser consciente y de elegir las herramientas, hoy meditar me encanta y siento que es fundamental. Todos los días hago como mínimo 15 minutos de meditación apenas me despierto, me trae a mi eje, a mi esencia y sé dónde me tengo, dónde estoy, quién soy, hacia dónde voy. Me hace bien, me trae al presente. También reiki una vez cada tanto, se alinean los chakras, energéticamente te sentís más liviana. Todo lo que te haga bien para mí es bienvenido.
“CONOCERSE ES UNA BÚSQUEDA INTERMINABLE, UNO VA CAMBIANDO TODO EL TIEMPO”
–¿Sentís ahora que te conocés?
– Hoy, recién, con mis 34 años. Creo que es una búsqueda interminable, porque uno va cambiando todo el tiempo. Está bueno no quedarse siempre en lo cómodo, en esa versión que creíste que sos. No, qué aburrido, sería muy aburrida mi vida. Me daría tristeza no evolucionar, no intentar ser mejor cada vez. ¿Vos qué encontrás desde la Sofi de Telenoche a la Sofi de hoy? ¿Cómo me ves?
– Sos otra.
– Para mí bienvenido sea ese cambio. Soy Acuario, quizás también tiene que ver con eso. Ahí te traigo los signos.
Sofi tiene una gran capacidad para conectar con la gente. Su mirada de frente y bien profunda, su carcajada y su buen humor constante, sus abrazos, sus palabras siempre amorosas. También su atolondrada espontaneidad, su candidez, su honestidad. Es fácil quererla.
– La Sofi de Telenoche hablaba un poco menos, era más cautelosa.
“AHORA TENGO MENOS VERGÜENZA DE DECIR LO QUE PIENSO, VOY MÁS AL FRENTE”
– Claro, era más tímida y además… estaba con vos y con Santo, ¡qué hago acá! Puede ser que ahora tenga menos vergüenza de decir las cosas que pienso y siento. Voy más al frente.
– Los porteños somos desconfiados y menos espontáneos que los argentinos del interior del país. ¿Qué tenés de provinciana?
– Yo soy muy confianzuda, rápidamente entro en confianza y me gusta hacer sentir al otro en un espacio seguro, que el que charle conmigo se sienta cómodo. Y trato de desarmarte para que puedas relajar, aflojar. Creo que es verdad que la gente de la gran ciudad vive más estresada, de hecho también me ha pasado. Desde hace 14 o 15 años que vivo en Buenos Aires y te vas como “rigidizando”, no sé si existe esa palabra. Te vas poniendo más tenso, y no me gusta, a mí me gusta vivir la vida liviana. Gracias a Dios me he rodeado de gente muy hermosa en el medio y he tenido mucha suerte.
“MI PERSONALIDAD Y MI FORMA DE SER NO LE CAE BIEN A TODO EL MUNDO.”
– Tu espontaneidad es muy atractiva, es como un imán. ¿Te trajo problemas?
–Sí, mi personalidad y mi forma de ser no le cae bien a todo el mundo, me quedó muy claro ahora en el curso de liderazgo. Me encontré con muchas versiones de distintos tipos de mujeres, todas bien plantadas. A mí también otras mujeres me chocan y me generan repulsión, me alejan. Entonces entiendo que también puedo generar eso a otras personas. Hay personas a las que les da fiaca ver gente con buen humor o alegre todo el tiempo. Pero yo soy así.
– ¿Cuándo sentís que metiste la pata?
–Hoy estoy más grande, trato de pensar en ciertas cosas un poco más, porque soy muy impulsiva y digo las cosas en el momento.
– ¿Estás haciendo un trabajo para ser menos espontánea?
– No, no, de ninguna manera, creo que esa es una de mis características. Te puede gustar o no, está perfecto. Soy eso y aprendí a vivir con mi espontaneidad, me ha ido abriendo muchas puertas también.
– No luches contra eso, por favor. Es divertido además.
– ¡Por más gente en el mundo espontánea! Es divertido porque voy metiendo la pata. ¿En Telenoche y yo metía la pata?
– No, estabas concentrada.
– Seria, enfocada. ¿Decís que tengo que volver un poquito a esa Sofi?
– ¡No! Al contrario dije, no luches contra la espontaneidad. Hay momentos.
– Hay momentos. Sí.
– La espontaneidad es parte de tu magia. ¿Hay momentos en que estás en silencio?
– Muchos, estos que te cuento, al meditar. Yo me mudé a un lugar donde estoy en plena naturaleza, rodeada de verde, necesitaba mucho eso.
– ¿Vivís sola?
– Sola. Y feliz, re. Vivo sola en el departamento que soñé y creé tal cual lo imaginé. Me genera mucho orgullo todo lo que logré. En ese momento de silencio conmigo conecto con donde estoy, con lo que logré, con quien soy. A veces escuchando música, leyendo libros, me encanta leer. Me abstraigo, me encanta abstraerme de la sociedad.
– Tenés mucha actividad en redes y muchos viajes, no estás tanto tiempo en tu casa, ¿no?
– El tiempo que tengo lo aprovecho al máximo. De repente me quedo hasta las dos de la mañana despierta. Terminé de editar algún video o hacer algún contenido y me quedo escuchando los grillitos. Le doy mucha importancia a ese momento conmigo misma.
– El hoy, el presente. ¿En el futuro, pensás?
– Trato de no ir tanto hacia el futuro. Hago todos los años un vision board, te lo recomiendo. Un cartel gigante donde vos ponés las cosas que te gustaría hacer de acá a un año. Te juro que el último que hice después pasó todo tal cual. Yo soñaba con tener una casa de campo y me mudé a este lugar de la naturaleza. Es tu visión de acá a un año, que te gustaría hacer. 2024 tocó formarme en Broadway. En New York, con mi hermana Pilar hicimos un curso de baile, canto y actuación. Y el viaje a la India fue con la Inés, mi otra hermana. Ser actriz, porque arranqué el año actuando en una obra de teatro. Todas esas cositas me las programo, vos focalizás tu energía y van sucediendo, vas trabajando en función a eso. Si me preguntás de acá a cinco años no tengo ni idea y tampoco me interesa mucho saber.
“SER MADRE SOLA NO, O LO HACEMOS EN CONJUNTO O NO LO HACEMOS”
– ¿Tampoco soñás?
– A una parte mía le encantaría decir sí, con hijos.
– ¿En cinco años?
– ¿En cinco años? A veces no no tengo tanta noción de la edad. Cuando tenía 20 pensaba que a los 25 ya iba a estar casada y con hijos. Y cuando llegaron los 25 fue: ¿qué? Lo veo lejísimo. Hoy en día sí hay una cuestión biológica, el relojito que te avisa que a partir de los 40 es más complicado. Más allá del reloj biológico me gustaría, en el caso de ser mamá, ser una mamá activa, con energía, con vida, que puede estar presente. Ser full mamá, yo lo que hago te lo hago a full.
–¿Cuán fuerte es ese deseo?
– ¿En este momento? No es tan fuerte, la verdad.
– Porque quizás es personal o quizás es con un compañero.
– Si me lo tengo que imaginar, creo que sí me gustaría pensar un proyecto en familia. En algún momento llegué a pensar en ser mamá soltera y congelar óvulos. ¿Y si no tengo novio? Y la verdad es que digo: no. En caso en la vida quiera regalarme esa posibilidad que es una tarea de las más difíciles…
“ME OCUPÉ DE ARMAR UNA VIDA TAN LIBRE E INDEPENDIENTE QUE NO NECESITO A OTRA PERSONA”
– ¿Ser madre sola, no?
– No sola no, ni loca. O lo hacemos en conjunto y o no lo hacemos. Y hoy está tan lejos verme de novia o en pareja que quizás no se da y quizás eso era lo que yo tenía que vivir en esta vida y está bien. Siento que me ocupé de armar una vida tan libre, independiente que no necesito a otra persona.
– Siempre fuiste muy autónoma, desde chica. ¿Desde qué edad exactamente?
– Sí, muy, desde chiquitita. Nosotras somos tres mujeres y mi papá a veces nos daba el peso para ir al colegio. Y yo necesitaba mi plata, mi independencia.
–¿En qué momento empezaste a pagar tus cosas?
– A los 18 hice un par de promociones, trabajaba para distintas marcas. Cuando tuve mi primer sueldo quise aportar también en el departamento. Yo era la que hacía el cuadrito con los gastos, expensas, alquiler, cable.
– Vos pagabas cosas de la familia.
– Yo pagaba cosas de la casa, sí, en mi primer año de Buenos Aires.
–¿Había una decisión de autonomía?
– Sí, yo creo que eso está dentro mío. Ahora me estoy yendo a Pinamar “que me lleve mi hermana, que me resuelvan”. Y al final digo: no, yo necesito mi independencia.
– ¿Terminás haciéndolo vos sola?
– Todo, todo. Me encanta, no me lo imagino de otra forma, y siento que es mi manera.
– ¿Por qué supones que sos así? ¿Cuál es la imagen que tenés más fuerte de autonomía?
– Yo tuve como imagen a una mamá que siempre estuvo súper pendiente de las tres. Ella se ocupaba de nosotras y yo veía cuando no tenía su plata, porque mientras estudiaba tenía que pedirle a mi papá. Y vi el cambio, de tener que pedir plata a trabajar cuando se recibió de abogada y tener su propia independencia. Yo eso lo capté rápido, qué importante es cuando de chica te ocupás de generar tu propio dinero. Me considero una mujer súper inteligente y astuta, entonces dije: vamos a por eso.
“SOY MUY FAN DE MANEJAR LA PROPIA ECONOMÍA Y DE TENER MI LIBERTAD FINANCIERA”
– Y cuidar la plata.
– Cuidarla pero disfrutándola. No soy obsesiva, tengo una buena relación. Con el dinero tengo un vínculo, como con el alimento que voy a comer o con la persona con la que me relaciono. Si me obsesiono sé que es perjudicial.
– ¿Lo guardás? ¿Lo ahorrás?
– Me encanta. Soy muy fan de manejar esa propia economía y de tener mi libertad financiera. Soy ordenada en ese sentido, sé cuánto me cuánto ingresa, cuánto tengo que gastar, y siempre dejo mi cuenta aparte. Tengo una cuenta en dólares que es mi para mis viajes, mis gustos y tengo mi cuenta de ahorros. Una cosa es inversiones, otra cosa es ahorrarlo. Voy juntando, me compraré un departamento, voy juntando, me compro un terreno, voy juntando desde chiquita, siempre fui súper astuta con eso.
“ME SIENTO SÚPER PODEROSA CUANDO CUENTO LA PLATA QUE GANÉ, ME ENCANTA”
– ¿Qué de todo lo de la autonomía te gusta más? ¿Cuando te sentís más poderosa? ¿Al ocuparte de la plata y tenerla para disfrutarla o para invertir? ¿Cuando manejás y estás al volante?
– Acá me siento súper power. Cuando cuento la plata, por ejemplo, me encanta. Y me pongo contenta porque además gano yo y gana mi hermana porque trabajo con la Inés y ella se lleva su comisión. Siento que si yo estoy fuerte ella también se contagia y juntas nos potenciamos. Ahí me siento súper, súper mujer power. Me empodera.
– Te empodera, ganar tu propia plata, organizarte y administrarla.
– Y tener mi propia libertad también, exacto. ¿Qué hago con esto? ¿Cómo lo administro? Y que tenga también siempre el sentido de ayudar, que no sea solamente para mí, eso también me parece importante. Si lo recibo, que lo pueda compartir. Este departamento que te dije antes que compré es más chiquito, pero es un departamento que resuelve y ayuda un montón a mi familia, mamá cuando viene se puede quedar ahí, papá también, mi hermana. Ver el todo, eso también es importante.
“ES LA PRIMERA VEZ QUE NO SIENTO LA NECESIDAD DE ESTAR CON ALGUIEN”
– ¿No hay novio ni proyecto de novio?
– No, no. Yo creo que es la primera vez, si tengo que ser fiel y honesta conmigo, que no siento la necesidad o la búsqueda de estar con alguien. Me ocupé de armar una vida tan zarpada y que me gusta tanto que, ¿cómo sería con un otro? Porque tenés que negociar cuando estás en pareja, no puedo viajar porque sí… Todo lo tenés que charlar. Entiendo que es hermoso vivir de a dos también, compartir la vida.
– Podés viajar cuando querés…
– Sí, supongo que sí. Es verdad, pero tenés que charlarlo, hay que sentarse a negociar y está perfecto. Pero, fiaca.
– ¿Te da fiaca?
– En este momento sí. Si llega alguien al título de novio, quiero que sea una persona que realmente sume, que no me venga con cuestiones infantiles o adolescentes, no tengo ganas. Respetar mi espacio y yo el de él
“QUE SEA UNA PERSONA QUE SUME. QUE NO ME QUIERA CAMBIAR. QUE NO ME DIGA CÓMO ME TENGO QUE VESTIR, A DÓNDE SALIR Y A DÓNDE NO”
– ¿Que no te quiera cambiar?
– Que no me quiera cambiar cien por cien, que no me diga cómo me tengo que vestir, qué cosas tengo que hacer, a dónde salir, a dónde no. No.
– “Arreglemos los días que vamos a vernos, a mí me conviene tal día.’
– Claro, no me digas cuando veo a mis amigas.
“TAMPOCO ES FÁCIL BANCAR A UNA MINA QUE ES TAN SEGURA DE SÍ MISMA, QUE SABE HACIA ADONDE VA”
– Yo creo que cualquiera que te guste te va a dar bolilla.
– No sé, jajajaja. Porque siento que tengo una personalidad súper armada. Y tampoco es fácil bancar a una mina que es tan segura de sí misma o que tiene las cosas tan claras y sabe hacia dónde va. Porque los hombres, no voy a decir todos pero hay muchos, están acostumbrados a querer manejar la situación. Creo que es un trabajo de a dos y me encantaría encontrar a alguien que sea que piense en ese sentido como yo. Hay algo de mí que estaba erróneo. ¿Dónde estaba poniendo yo mi atención? ¿Qué tipo de personas atraía yo? ¿Dónde me ponía yo, en el lugar del hombre? Yo me ponía para abajo siempre.
“YO ME PONÍA DEBAJO DEL HOMBRE SIEMPRE. ¡BASTA! ¡PONETE A LA PAR! EL HOMBRE NO TIENE POR QUÉ ESTAR ARRIBA TUYO”
– Con las terapias pudiste cambiar.
– Exacto. ¡Basta! ¡Ponete a la par! El hombre no tiene por qué estar arriba tuyo. Son pareja. Par.
– Todo este tiempo, hasta hoy, ¿te ponías por debajo?
– He ido cambiándolo de a poco, fue todo un proceso. Cada vínculo que fui teniendo me ha ido ayudando a tomar conciencia, ellos no tienen nada que ver. Era algo mío, me gusta pensarlo así.
– ¿Y eso tuyo con qué pensás que se relacionaba?
– Se combina lo que vivís en tu casa con lo que la sociedad te cuenta, lo que ves en los programas de televisión, en las tiras, en los cuentos con los que crecemos, en las películas que vemos. Hay algo del rol de la mujer que está recontra cambiando, gracias a Dios. Cada vez es mucho más el cambio que se ve, falta mucho por hacer. Hay creencias que tenemos instaladas, siento que todo este tiempo me he ido ocupando de desarmarlas. Quizás por miedo a no gustar, a no agradar, al abandono, a la desaprobación, a un montón de esas cosas que están y he ido sacando de mi interior. “Vos sos mucho más que todo eso”.
“TENÍA LA NECESIDAD DE AGRADAR, DE CAER BIEN. ¡NO VOY A HACER NADA PARA AGRADAR AL OTRO! HOY ESTOY EN PAZ.
– ¿Cuál era el mandato más fuerte?
– La necesidad de agradar, por ejemplo, de caerle bien. Ahora es como que me chupa un huevo, perdón la palabra, no me importa. Buenísimo si te caigo bien y si te gusta mi personalidad y mi forma de ver la vida. Y si no, también está buenísimo. O sea, no voy a hacer nada para agradar, ¿entendés? No voy a hacer nada para agradar al otro. Y lo aprendí, lo entendí, lo pude integrar. La sensación también de abandono, que te cambien por otra, eso sí, tuve mucho miedo en mis parejas. Entonces, en el afán de que no suceda eso, te olvidás de vos y te ocupás del otro, ponés el foco en el otro. ¡No! Vení, vení, vení, es por acá, si el otro te quiere te va a acompañar y se van a acompañar, pero no te vayas vos desesperada”. Hoy estamos en terapia.
– Es genial que lo cuentes. Dijiste miedo al abandono, el miedo a que te dejen o que te reemplacen.
– A sentir que no sos suficiente, que siempre falta algo más. Hoy estoy en paz en ese sentido.
– ¿Qué pueden hacer las personas que viven atravesadas por estos miedos tienen que hacer todas las terapias que hiciste para sentirse bien?
– Primero, tienen que tener ganas de hacer un laburo, porque es muy tedioso encontrar cosas que no te gustan de vos y aceptarlas también y querer cambiarlas. Tenés que tener ganas y sentirte valiente para hacerlo. Si no te quedás en lo cómodo que es vivir de un modo más automático y es más fácil vivir así. A mí me gusta vivir esta vida de verdad, siendo fiel a quién soy. ¿Por qué trabajo en los medios? Me lo pregunto. Me gusta llevar mensajes positivos, mensajes que ayudan a las mujeres a animarse. Hice un comercial de concientización donde aparecí manchada (n de la r: por la menstruación). Es muy difícil que alguien se anime, incluso yo no me animaba cuando me surgió la propuesta. Y yo conecté con la intención, conecté con la causa, con lo que quiero contar. A cuatro de cada diez chicas les da vergüenza ir al colegio porque se manchan y tienen miedo a que les hagan bullying. ¡Vamos a hablar de esto! ¡Rompamos el tabú! ¡Somos mujeres, nos manchamos y no pasa nada! Entonces siempre trato de encontrarle un sentido a mi trabajo, a esto de comunicar.
– Cuando estás angustiada, ¿qué elegís hacer para sentirte mejor?
– Me gusta comprarme chocolates y ver una peli infantil. ¿Por qué? ¿Por qué te digo eso? Porque siento que me conecto con mi niña.
– Meterte en la cama.
– Chiquitita, me meto y como chocolate y disfruto de lo que me gusta y veo algo que me saque de la realidad del momento y me mimo. Cuando estoy angustiada son temas de los adultos, del presente laboral, amoroso, amistoso, familiar. Digo: voy a mimar a esa Sofi chiquitita, es un trabajo también de terapias alternativas, que siento que es la que me guía en las decisiones que voy tomando. Entonces, cuando me siento triste o angustiada, voy ahí y me mimo y me quedo tranquila. Y cuando tengo ganas de salir salgo de nuevo. Depende de la emoción, si es tristeza, hago eso. Si es enojo, bronca, locura, salgo a correr o a hacer gimnasia, necesito descargarlo. Realmente logré un nivel de autoconocimiento que siento que tengo mis propias herramientas. Puedo estar en cualquier parte del mundo, me puede estar pasando cualquier cosa que me tengo, y eso me parece muy valioso.
— No sos la misma de Telenoche, definitivamente. Estabas bien plantada, pero ahora estás muy bien plantada. Me creció la nena.
– Me emociona y me emociona que me lo digas vos. Porque vos me viste cuando yo iba con mucha ilusión a la vida, con mucha ilusión al trabajo. Tenía un respeto de estar en ese programa, no podía creer que estaba trabajando ahí con vos, con Santo en Telenoche. Significaba muchísimo para mí esa oportunidad. es como. Es de los trabajos que más me llenó el alma porque estaba combinando todo lo que a mí me gustaba, que era comunicar, escuchar, entretener al mismo tiempo, hacer algo solidario. Eran historias de gente hermosísima que hacía cosas por los demás.
– Viajar.
– Viajar, que también es algo que me encanta. Entonces, hoy estar teniendo esta charla con vos, que sos un referente muy importante en el medio y en mi vida, me emociona. Eran un reequipo ahí los de Telenoche en ese momento, eran todos increíbles los que trabajaban ahí. Me ha marcado, fue uno de mis momentos más valiosos de mi vida en general, de mi vida laboral. Y ahora, con Megatrix, que es un proyecto que también salió del corazón, es volver a conectar con la periodista en un espacio quizás creado con mis ideas. ¡Ay, terminé llorando!