En una emotiva ceremonia, miembros de la realeza europea y líderes de más de 50 países se congregaron este 27 de enero en Auschwitz-Birkenau, Polonia, para conmemorar el 80º aniversario de su liberación. El evento fue marcado por profundas reflexiones sobre los peligros del odio y el racismo que resuenan en la actualidad.
Los Reyes de España, Felipe y Letizia, asistieron al igual queGuillermo y Máximade los Países Bajos,Carlos III del Reino Unido, así como otros monarcas europeos. La ceremonia tuvo lugar frente a la puerta principal del campo donde aproximadamente 1.1 millones de personas fueron asesinadas entre 1940 y 1945.
Los testimonios de sobrevivientes del Holocausto
El verdadero protagonismo estuvo a cargo de un pequeño grupo de supervivientes del Holocausto que compartió sus desgarradoras historias.Janina Iwanska, prisionera desde el Alzamiento Varsoviano en 1944, relató cómo Auschwitz dejó atrás su función como campo de prisioneros para convertirse en una máquina mortífera.
| Redacción
Entre los asistentes también se encontraban Leon Weintraub, quien recordó el “humo negro constante” que presenció cuando perdió a su familia. Tova Friedman, una niña judía sobreviviente que evocó su soledad tras la pérdida casi total, y Marian Turski quien pidió un momento silencioso para recordar las vidas perdidas. Todos ellos hicieron hincapié en los paralelismos alarmantes con los años previos al ascenso del nazismo.
| Redacción
La ceremonia estuvo impregnada de simbolismo: desde las piezas musicales compuestas por aquellos atrapados durante la guerra hasta un vagón ferroviario antiguo que representaba el transporte inhumano hacia los campos. Muchos asistentes llevaban pañuelos azules y blancos como homenaje a las víctimas judías.
En contraste con conmemoraciones anteriores, esta ocasión no solo buscó honrar a aquellos caídos sino también servir como un llamado urgente contra las ideologías extremas presentes hoy día. Los testimonios resonaron poderosamente entre todos los presentes quienes escucharon con seriedad las advertencias sobre no volver a repetir “los errores” históricos.
| Redacción
Este acto no solo fue un recordatorio sombrío sino también una invitación contundente para fomentar la paz y prevenir cualquier forma moderna del antisemitismo e intolerancia que comenzó a resurgir nuevamente alrededor del mundo.