Luxemburgo tiene uno de los territorios más pequeños de Europa. Tan chiquito que algunos dicen que podría caber en la palma de una mano, que se lo puede recorrer de una punta a la otra en un solo día y que es casi imposible no cruzarse con alguien al menos una vez en la mañana y otra vez en la tarde. Sin embargo, esa dimensión casi diminuta no lo priva de la capacidad de hacer crujir al mundo. Ya sea por ser el centro financiero más importante del viejo continente o, como en el caso de hoy, por una noticia tremenda que sacudió a su realeza.
Según anunció la casa real, Frederick, príncipe de Luxemburgo y heredero natural de ese trono, falleció a la temprana edad de 24 años, una noticia que conmocionó tanto a sus habitantes como a todas las personas que siguen las noticias vinculadas a la realeza en todo el planeta. Los tiempos de las monarquías parecen haber quedado atrás definitivamente, pero este tipo de sucesos siguen provocando «algo» en todos aquellos que, por ejemplo, cada tanto se ponen a leer la revista Hola! para saber qué sucede con duques, condesas, príncipes y reinas allí donde todavía se conservan esas «jerarquías».
Un escueto informe anunció que «La familia real de Luxemburgo está de luto tras confirmar la muerte del príncipe Federico a sus 22 años», una información que sumió en la más profunda congoja en principio a ese país, donde los reyes y sus herederos siguen conservando una reputación muy respetada y son personalidades muy queridas, y posteriormente en gran parte del continente Europeo.
Acto seguido, se dio a conocer la causa del deceso del heredero a la corona lubemburguesa: «Frederick murió a causa de una enfermedad rara llamada PoLG, que priva a las células de energía y genera la falla progresiva de órganos». A medida que pasaron los minutos se generó una catarata de mensajes en las redes sociales hablando de esa extraña afección y de las vicisitudes de la vida.
LA TRAGEDIA QUE GOLPE A LA REALEZA: MURIO FREDERICK, EL PRINCIPE DE LUXEMBURGO, CON TAN SOLO 24 AÑOS
«Esto demuestra que podés ser rey, príncipe, empresario o tener toda la plata y el poder del mundo que cuando te toca, te toca. No hay caso. Ni el mendigo ni el más millonario del mundo están a salvo en estos casos. Ahí sí que somos todos iguales», señalaron un sinfín de publicaciones en los distintos espacios digitales. Obviamente, también hubo miles y miles de expresiones de dolor ante un acontecimiento tan triste y angustiante.
“El pasado viernes, 28 febrero, en el Día de las Enfermedades Raras, nuestro querido hijo nos llamó a su habitación para hablar con él por última vez. Frederik encontró la fuerza y el coraje para despedirse de cada uno de nosotros, para decir adiós a cada uno de nosotros por turnos: su hermano, Alexander; su hermana, Charlotte; yo; sus tres primos, Charly, Louis y Donall; su cuñado, Mansour; y finalmente, su tía Charlotte y su tío Mark. Ya había hablado todo lo que estaba en su corazón a su extraordinaria madre, que no había dejado su lado en 15 años. Después de regalarnos a cada uno de nosotros nuestras despedidas, algunas amables, algunas sabias, algunas instructivas, al más puro estilo de Frederik, nos dejó colectivamente con una última broma familiar de larga data. Incluso en sus últimos momentos, su humor y su compasión sin límites. Nos obligó a dejarnos con una última risa… para animarnos a todos» escribió Roberto De Luxemburgo, padre del joven, con el consentimiento de la madre del muchacho, Julie de Nassau.