Guillermo Barros Schelotto ya está en acción. Luego de su presentación oficial, el Mellizo dirigió su primera práctica este miércoles por la tarde en la Villa Olímpica y empezó a darle forma a su ciclo en Vélez. Con el desafío de devolverle protagonismo al Fortín, el DT se mostró activo, dialogó con los jugadores y dejó en claro su idea de juego desde el arranque.
Guillermo al mando del Fortín. (Foto: Prensa Vélez).
Su regreso al país
Para Guillermo, esta vuelta al fútbol argentino significa un reto importante tras su paso por la selección paraguaya. Y su llegada a Vélez no es casualidad: el Mellizo destacó que el proyecto del club y el rol clave de los juveniles fueron determinantes para aceptar el desafío. “Buscamos un equipo que salga a ganar, con una base de chicos”, dijo en su presentación. Ahora, llegó el momento de trabajar en el día a día.
En su primera jornada de entrenamientos, el nuevo DT del Fortín realizó ejercicios tácticos y físicos, además de una charla inicial con el plantel. La idea es empezar a aceitar el funcionamiento del equipo lo antes posible, pensando en el próximo compromiso ante Riestra. En ese sentido, el cuerpo técnico planea una preparación intensa, con hincapié en la presión alta y la tenencia de la pelota, aspectos clave en la idea de Guillermo.
Las bajas del Mellizo
Sin embargo, el Mellizo no la tendrá fácil en sus primeras semanas ya que tiene varias bajas a largo y corto plazo. Christian Ordóñez y Claudio Baeza estarán afuera por algunos días, mientras que Joaquín García, Florian Monzón y Thiago Fernández se perderán varios meses porque sus lesiones son más graves. Además, Emanuel Mammana está en duda para lo que viene. Estas ausencias condicionan el armado del equipo, pero el DT confía en potenciar a los jugadores disponibles.
El cuerpo técnico busca recuperar a Emanuel Mammana.
Con dos semanas por delante hasta su debut oficial, por el parate por la fecha FIFA, Guillermo aprovechará al máximo este tiempo para plasmar su sello en Vélez. El desafío es grande, pero la ilusión en Liniers está más viva que nunca.
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