miércoles, 16 abril, 2025
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Riesgos del nuevo esquema cambiario

En los últimos días, tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, vienen asegurando que el actual nivel del tipo de cambio es incluso superior a lo que marca la relación entre las reservas del Banco Central y los pesos que circulan en la economía doméstica. De esa forma, sostienen que el riesgo de una corrida cambiaria o de una disparada del dólar es inexistente, que no depende ni siquiera de las expectativas, sino que ese escenario está vedado a raíz de una situación objetiva de «cobertura». Sin embargo, esa afirmación no es correcta, el riesgo existe y es grande.

El presidente Milei señaló lo siguiente el viernes pasado, en su última cadena nacional, durante la cual anunció el nuevo acuerdo de deuda con el FMI: «en los próximos días vamos a un nivel de reservas brutas tal que se podría rescatar la base monetaria a un tipo de cambio de 650 pesos, mientras que si tomamos la definición de base monetaria amplia, se podría hacer a 911 pesos«. En la misma línea, el ministro Caputo enfatizó que «estamos en un contexto de extrema robustez».

Cobertura

Por un lado, una observación bastante obvia es que ningún Gobierno con la pelota atada acude a pedir un rescate de semejante magnitud al FMI, con lo cual ya de por sí la situación, incluso con el crédito, es lógicamente riesgosa. Pero además, hay varios argumentos técnicos que contradicen el discurso oficial.

La Fundación para el Desarrollo Humano Integral y el Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (Ocepp) elaboraron un informe en donde se analiza al detalle el argumento de Milei y Caputo. La idea oficial del dólar de equilibrio es que la cotización «normal» es resultante de un cociente entre el stock de pesos y el de dólares. Con esa medida, inmediatamente antes del acuerdo el dólar de equilibrio se ubicaba en 1739 pesos, pero el oficial era de 1068 pesos. Ahora, el «dólar de equilibrio» caería por debajo de la cotización oficial.

Pequeña digresión: cabe recordar que hace sólo dos meses el propio Milei decía en una nota de opinión que «nadie puede determinar el vector de precios de equilibrio general intertemporal de donde se deriva la afirmación de que el tipo de cambio está atrasado, ya que su cálculo implica conocer las preferencias, la tecnología y las dotaciones, tanto de la economía local como de la mundial, y no sólo en el presente, sino también para el futuro«. Con esa misma lógica, nadie podría decir que el dólar ahora está «adelantado».

Ahora bien, de acuerdo al citado informe, el ratio entre la base monetaria amplia y las reservas se ubica en un nivel similar al de abril de 2019. Sin embargo, en agosto de ese año el dólar saltó un 23% y a fin de año acumulaba un aumento del 40%». Pero además, el documento sostiene que hay varios puntos flacos del indicador de Milei y Caputo. En primer lugar, no se toma el valor del llamado M3, que incluye títulos en manos de empresas, potencialmente liquidables a la hora de un descalabro cambiario.

Pero sobre todas las cosas, no distinguen entre las reservas brutas y las líquidas, aquellas que están efectivamente disponibles para intervenir en el mercado. «Las reservas líquidas siguen en niveles muy bajos. Viendo ese indicador más fidedigno, estamos peor que en la previa de la crisis cambiaria del gobierno de Macri. No estamos para nada bien cubiertos. Para peor, hacia adelante el gobierno se enfrenta a vencimientos de deuda muy altos en los próximos meses, sin acceso a los mercados de capitales para pedir refinanciamiento y con muchas menos reservas de las que necesitaría para pagar esos vencimientos», explica Juan Martín Ianni, del Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP).

Problemas

El informe agrega que el argumento oficial enfrenta otros problemas.

*»Para una corrida no juega solo la oferta de dinero sino también, y crucialmente, la demanda de dinero. Si crecen las expectativas de devaluación y el apetito por activos en pesos cae, el dólar subirá sin importar la oferta de pesos».

*»Un nivel de tipo de cambio es sostenible si permite que las cuentas cierren hacia adelante. Evaluar la sostenibilidad entonces requiere contemplar tanto flujos (futuros) como stocks. Con déficit de cuenta corriente amplio y ventas de reservas pese a tasas de interés superiores a la variación del tipo de cambio (pesos crecen más rápido que dólares vía efecto precio), tanto la sostenibilidad como el indicador que elige el gobierno tienden a deteriorarse«.

«Para que mejore la cosa, este nuevo esquema cambiario de bandas debería cerrar hacia adelante. Es decir, lograr acumular reservas internacionales. Lamentablemente, el esquema actual de bandas, si bien aumentó el dólar oficial, está armado para que el peso se vuelva a apreciar. Eso es problemático porque cuando miramos el Tipo de Cambio Real Multilateral en perspectiva histórica (el indicador de si el dólar es sostenible, digamos), observamos que incluso si el dólar se va al techo superior de la banda queda por debajo del promedio 2019-2022. Todo eso da la pauta de que es más un puente para llegar a las elecciones (similar a lo que pasó con el blanqueo) que un esquema virtuoso de salida del cepo», advierte Juan Martín Ianni.

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