jueves, 11 septiembre, 2025
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El FMI volvió a respaldar a Milei y Caputo, pero el dólar sigue subiendo

En declaraciones a la prensa, el Fondo Monetario Internacional redobló su apoyo al gobierno de Javier Milei y Luis Caputo. Julie Kozack, directora de comunicaciones del organismo, fue la vocera del respaldo al oficialismo. El FMI ve con buenos ojos el rumbo económico, exige mantener el ajuste y demanda «transparencia» en el manejo monetario y cambiario. Aplauden el superávit fiscal de agosto, la política antiinflacionaria basada en la intervención del precio del dólar y celebran que la inflación se mantenga alrededor del 2%.

Pero el respaldo del Fondo viene con una lista de mandatos: seguir el ajuste fiscal, allanar el camino para las reformas laboral, jubilatoria e impositiva y acumular reservas como sea. El FMI quiere más recortes, menos derechos para trabajadores y jubilados, y la economía entregada a los grandes exportadores y bancos; para que Argentina siga pagando la fraudulenta deuda externa.

Sin embargo, ni el guiño del FMI ni las promesas de Milei y Caputo de «no moverse ni un milímetro» del programa económico alcanzaron para calmar a los especuladores y el capital concentrado. Este miércoles 11 de septiembre, el dólar volvió a subir con el oficial ubicado en $1.445. El Tesoro Nacional intervino en el mercado para que el alza no sea más pronunciada. A su vez, los bonos y acciones volvieron a desplomarse, tanto en la Bolsa local como en Wall Street, se pintaron de rojo con caídas de hasta el 5%; el riesgo país siguió por encima de los 1.000 puntos.

En la conferencia de prensa en Washington de este miércoles, la directora de Comunicaciones del organismo, Julie Kozack, contestó varias preguntas sobre Argentina en relación a la postura del organismo luego de la derrota de la Libertad Avanza en las elecciones bonaerenses. El fracasó político agravó los problemas económicos que ya venía arrastrando el Gobierno.

“El FMI apoya la adhesión continua de las autoridades al ancla fiscal y su agenda integral de desregulación, así como su compromiso para salvaguardar la sostenibilidad del marco cambiario y monetario del programa”, afirmó Kozack. Con esta declaración, el organismo valida la estrategia de superávit a cualquier costo y las medidas que favorecen la caída de la producción, aunque eso signifique un empeoramiento en las condiciones de vida para los trabajadores, los jubilados y sus familias.

La funcionaria también dejó claro que el Fondo espera que el Presupuesto 2026 “continúe con el progreso de este proceso y siente las bases para las reformas fiscales necesarias”. En otras palabras, exige profundizar el ajuste y abrir camino a una reforma impositiva que favorezca a los sectores más concentrados, con menos impuestos para los grandes empresarios y una mayor carga sobre los trabajadores.

Kozack también apuntó al plano financiero: “Las mejoras en el marco de gestión monetaria y de liquidez deberían continuar mitigando la volatilidad de las tasas de interés y los efectos negativos asociados sobre la actividad económica”. La realidad muestra lo contrario: el crédito y las compras en cuotas son inaccesibles, las tasas altísimas impiden que aumente el consumo y la recesión golpea de lleno en los hogares. La inflación no se acelera porque el consumo se cae y el salario real se atrasa cada vez más.

El ajuste del FMI y el Gobierno es insostenible

El FMI lo dejó en claro: la prioridad es el ajuste fiscal y preparar el terreno para reformar leyes laborales, jubilaciones e impuestos. Milei y Caputo toman nota y repiten el libreto. En este contexto el apoyo del Fondo es vital para el Gobierno, de lo contrario la crisis ya habría terminado de estallar, pero no le alcanza para frenar el agravamiento de las contradicciones de la economía.

El plan económico de sigue su curso hasta las últimas consecuencias, para intentar garantizar el pago de una deuda ilegítima y fraudulenta, que hipoteca el presente y el futuro de millones. El capital concentrado, sin embargo, desconfía cada día más de la viabilidad del ajuste y mueve el mercado al ritmo de su propio interés..

Buscan que el pueblo trabajador pague el costo, pero la pelea no está resuelta. Frente a la crisis, la alternativa es organizarse desde abajo, rechazar el pacto con el FMI realizando un desconocimiento soberano de la deuda externa y pelear por una salida que priorice las necesidades de las mayorías y no los negocios de unos pocos.

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