Este domingo es el Día del Niño en la Argentina y muchos se preguntan por qué esta celebración se festeja en el país con una fecha que difiere de la del resto de los países en el mundo.
Esto es porque surgió de la idea de un grupo de argentinos encabezados por Enrique Trucco, fundador de la juguetería Truquito, que a fines de la década del 50 dio forma a la efeméride junto a otros empresarios del sector, que concibieron la fecha como una jornada nacional dedicada a su rubro con un fin solidario, en el que juntaban donaciones para hospitales, escuelas y orfanatos.
“Nos juntamos un grupo no solo de jugueteros, sino de gente que se dedicaba a la venta de caramelos y todo lo relacionado con los chicos, y formamos una comisión. Fuimos al correo e hicimos imprimir una estampilla con el Día del Niño, el 7 de agosto de 1959″, recordaba Enrique Trucco en un programa radial hace siete años. Este entrañable empresario argentino murió en 2021, a los 86 años.
Pero la idea de la que fue uno de los pioneros pervive instalada en el calendario nacional, aunque su lugar en el mismo cambió con el tiempo: la actual fue establecida por el Congreso Nacional en 2013, tras un pedido de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), que pidió trasladar el Día del Niño para que no coincidiera con las elecciones primarias legislativas de ese año. En ese entonces se festejaba en los segundos domingos de agosto, y previamente, entre fines de la década del 50 y hasta 2003, se había celebrado los primeros domingos del mes.
Internacionalmente, el Día Universal del Niño se festeja el 20 de noviembre. Esta fecha fue instaurada por la ONU en conmemoración de los aniversarios de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989).
Su historia con los juguetes había comenzado a una edad muy temprana, dado que era aún un niño cuando comenzó a venderlos en la calle. Al principio, ofrecía silbatos con forma de pájaros que, al llenarlos de agua y soplar, emitían un sonido “divertido”. En 1948 llegó la fundación de su juguetería, Truquito, que en un primer momento estuvo ubicada sobre la calle Defensa en San Telmo. Más tarde se trasladó a la avenida San Juan, en Boedo, donde pasó a ser un local mayorista. La juguetería aún continúa funcionando en el mismo lugar y sigue siendo un negocio familiar.
Dentro de la comisión que creó el Día del Niño, Enrique era el encargado de la parte “institucional” del proyecto, para el cual conseguía donaciones y organizaba eventos de recaudación. En aquellos primeros tiempos, para festejar la niñez, Trucco organizaba festivales solidarios en un teatro de la calle Corrientes, con famosos como Pinky, Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Sandro y los de Fuego y José Marrone, entre otros personajes. También realizaron eventos en el Italpark para los niños, donde se podía subir a los juegos de forma gratuita. “Era muy lindo”, calificaba años atrás Enrique aquella época donde cimentó su legado como “Padrino del Día del Niño”.
LA NACION