El cerebro es uno de los órganos más complejos e importantes del cuerpo humano, y es el encargado de coordinar casi todas las funciones vitales. Desde conducir un auto y resolver problemas matemáticos hasta gestionar las emociones y regular el ciclo del sueño, el cerebro desempeña un papel fundamental en cada aspecto de la vida cotidiana. Y tiene ocho funciones y características sorprendentes que no todos conocen.
El cerebelo cumple la función de un “pequeño cerebro” adherido. Se encuentra unido al resto del cerebro en la parte posterior de la cabeza, y contiene aproximadamente la mitad de todas las neuronas.
Antes se pensaba que el cerebelo solo se involucraba en el equilibrio y coordinación del movimiento, sin embargo, como difundió BrainHQ, se comprobó que forma parte también del estado de ánimo y el lenguaje, con una gran capacidad en las funciones cognitivas.
2) La utilización de la energía
Pese a su poco peso, solo el 2% del corporal, el cerebro consume cerca del 20% de la energía total del organismo. Quema calorías en forma constante para mantener un funcionamiento adecuado de todas las funciones básicas.
El cerebro utiliza la glucosa, un azúcar derivado de los carbohidratos, como su principal fuente de energía. Este órgano consume entre 110 y 140 gramos de glucosa al día, lo que equivale a aproximadamente la mitad de los carbohidratos ingeridos diariamente. Debido a que el cerebro no puede almacenar energía, es clave que reciba un suministro constante para mantener su funcionamiento óptimo.
El crecimiento físico de los niños va de la mano con el desarrollo del cerebro porque este utiliza hasta dos tercios del gasto energético alrededor de los 5 años. Así, al experimentar las etapas de desarrollo, el cerebro de los niños consume hasta el doble de energía en comparación con el de un adulto, por lo que quema más calorías.
4) No siente dolor
El dolor de cabeza no proviene del cerebro, ya que este órgano no siente dolor. Las molestias intensas que se experimentan en la cabeza se originan en otras áreas donde se encuentran los nervios.
Los ojos están vinculados de manera estrecha con el cerebro, y el modo en que se ve también. Cuando se mira con el rabillo del ojo se usa la visión periférica, que es más efectiva con poca luz que la visión central.
Esto se debe a que los bastones o fotorreceptores, que responden a la luz tenue, están ubicados en la periferia de la retina, mientras que los conos, que detectan detalles en luz brillante, están en el centro.
6) La forma del globo ocular
La forma del globo ocular puede causar errores de refracción, lo que significa que la luz no se enfoca correctamente en la retina y provoca imágenes borrosas. Estos errores pueden llevar a problemas de visión como la miopía, donde es difícil ver objetos lejanos, o la hipermetropía, donde es difícil ver objetos cercanos.
Por ejemplo, al entrecerrar los ojos, es común experimentar una mejora en la visión. Este efecto se debe a que la acción modifica sutilmente la forma del globo ocular, ajustando el punto focal y acercándolo a la posición correcta, lo que facilita una visión más nítida.
La memoria de trabajo funciona como un “bloc de notas” para el cerebro, al retener información temporalmente antes de que se olvide o se transfiera a la memoria de largo plazo.
Las investigaciones recientes demostraron que la memoria es más compleja y tiene límites.
8) Crecimiento constante
Aunque el cerebro experimenta su mayor desarrollo en la infancia, nunca deja de crecer, incluso en la adultez. Cada vez que se aprenden cosas nuevas, se forman conexiones que lo fortalecen. Por lo tanto, la clave para mantener el cerebro activo es desafiarlo con más frecuencia.
LA NACION