Este martes 5 de noviembre se llevan a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos que definen al nuevo jefe de Estado del país, que sucederá a Joe Biden. Hay mucha expectativa, aunque se deben tener en cuenta algunas cláusulas puntuales que hay que respetar en el sistema de regulación del proceso electoral.
En el caso de Texas, existen una serie de regulaciones y restricciones para llevar adelante una elección transparente y que, en caso de que no se cumplan, pueden derivar en sanciones y multas.
Tal como señala la National Conference of State Legislatures (NCSL), Texas no permite hacer campaña política, esta restricción impacta en la colocación, el uso o la distribución de carteles, banderas o literatura política. Tampoco se puede usar ropa, botones, pegatinas o carteles que hagan referencia a un candidato, medida o partido político que aparezca en la boleta electoral, o con la realización de la elección.
Además, no está permitido proyectar sonidos que tengan vínculo con cuestiones electorales o merodear el área. Estas normativas forman parte del Código Eléctrico de Texas § 61.003 y .004 y § 61.010.
En adición, se considera que una persona comete un delito electoral de Clase C si hace campaña electoral a favor o en contra de cualquier candidato, medida o partido político y si da vueltas en los alrededores de un centro de votación, estorbando el proceso. Este tipo de acciones delictivas forman parte de los actos más leves y se castigan con una multa de hasta US$500 dólares.
Cuáles son las normativas en el resto de los estados de EE.UU.
La NCSL especificó las regulaciones que implementan el resto de los estados norteamericanos, las cuales se tienen una relación en general debido a que todas comparten la premisa de llevar adelante unas elecciones limpias y claras. La estadística señala lo siguiente: