Por Marcelo López Álvarez
Un verdadero escándalo sacude por estas horas los despachos y oficinas del Conicet y la Sociedad Rural Argentina. El motivo: la renuncia de Manuel García Solá, miembro del directorio del Conicet y también integrante de la Sociedad Rural, quien denunció persecución ideológica hacia los becarios e investigadores de la institución científica
El escándalo comenzó a desatarse esta mañana, cuando García Solá, director del Conicet en representación del sector agropecuario, vice rector de la Universidad del Chaco Austral y miembro de la Sociedad Rural, hizo pública su carta de renuncia. En ella, el académico decidió sustituir el tradicional «razones personales» por una explicación detallada de los motivos que lo llevaron a tomar esta decisión.
Conicet con persecución ideológica
García Solá afirmó que el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, le solicitó su renuncia al Conicet tras las denuncias de persecución ideológica presentadas por el propio García Solá. En su misiva, el ex director del Conicet señaló que el pedido de renuncia respondió a una presión del gobierno, luego de que él revelara las prácticas de persecución ideológica dentro de la institución.
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La carta de renuncia de García Solá al Conicet enviada a Nicolás Pino
García Solá es un miembro reconocido de la comunidad académica con contacto estrecho con el mundo científico. Fue el último ministro de Educación durante la presidencia de Carlos Menem y, como ya se mencionó, vice rector de la Universidad del Chaco Austral. De ideología liberal, se caracteriza por una amplitud de criterio que lo lleva a expresar públicamente sus opiniones en redes sociales. En su cuenta de X, ha elogiado a Luis Caputo, pero también ha respaldado las clases de Ricardo Foster, defensor de la universidad pública.
El ex director del Conicet, productor agropecuario del Chaco, ya había levantado la voz de alerta en septiembre, cuando advirtió al directorio después del informe del Jefe de gabinete Guillermo Francos ante la Cámara de Diputados. En dicho informe, García Solá detectó en la pregunta 177 en el que el jefe de Gabinete aseguraba que se analizaría la «pertinencia» de los proyectos a financiar, lo que implicaba una instancia de control extra que otorgaba una decisión política-ideologica sobre los proyectos científicos, sin claridad sobre quién ejercería ese control.
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Manuel García Solá en su campo del Chaco
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Conicet, no solo García Solá denuncia persecución
En declaraciones a medios nacionales tras su renuncia, García Solá explicó que la misma le fue solicitada de manera personal por el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, a raíz de un pedido del gobierno.
La renuncia-denuncia de García Solá cobra relevancia en un contexto en el que diversos investigadores y becarios del Conicet han estado denunciando, desde hace varios días, la existencia de una persecución ideológica en la institución científica. La situación coincide además con un clima político cada vez más tenso, en el que el propio gobierno ha anunciado una «purga ideológica» en la Cancillería, mientras que la militancia del oficialismo de Javier Milei ha pedido públicamente la depuración de funcionarios en las segundas y terceras líneas del Estado.
Como bien expresó García Solá en sus declaraciones, es «imposible» que haya un desarrollo económico, social y científico sin libertad de pensamiento y opinión, algo que, según él, un gobierno liberal parece no entender.