El plan antigénero que viene implementando Javier Milei en el país está calcado del llamado Proyecto 2025, un manual de estrategia elaborado para Donald Trump por la Heritage Foundation –-un think thank ultraconservador– y colaboraciones de más de un centenar de grupos de la extrema derecha religiosa y decenas de exfuncionarios del por segunda vez electo presidente norteamericano. Por esa razón, desde Estados Unidos se observa con especial atención el avance sobre los derechos sexuales y reproductivos, de mujeres y grupos LGBT del gobierno de Milei: lo ven como un gran laboratorio de experimentación antiderechos y un espejo donde vislumbrar lo que vendrá de la mano de Trump. Pero algunas medidas, que marcan el camino más oscurantista de los libertarios y sus aliados ya están en marcha en distintos distritos en EE.UU., como la prohibición de libros para estudiantes por el solo hecho de no encajar con su pensamiento medieval. En diálogo con Página Página 12, la abogada especializada en derechos humanos Paula Ávila-Guillén, directora ejecutiva del Women’s Equality Center (WEC) –una organización que trabaja en comunicación sobre salud y justicia reproductiva en América Latina–, analiza la implicancias del triunfo de Trump en la agenda de género y LGBQ+ y cómo dialogan con los retrocesos registrados en Argentina.
Trump prometió desfinanciar la Organización Mundial de la Salud y ampliar políticas como la llamada Ley Mordaza Global, que estipula que todas las organizaciones no gubernamentales que reciben fondos del gobierno de EE.UU. deben abstenerse de promover o realizar servicios relacionados del aborto «como método de planificación familiar», recuerda Ávila-Guillén. Pero en la práctica, la política se ha implementado como una prohibición total del aborto, incluso en países donde es legal.
“La Ley Mordaza se impone cada vez que llega un republicano a la Casa Blanca. Pero Trump fue un poquito más allá en su primera presidencia y prohibió a las ONG que reciben plata del gobierno directamente hablar de aborto. En América Latina hay menos organizaciones que reciben fondos de USAID –la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional– pero en África, por ejemplo, la mayoría de las organizaciones que brindan atención médica sexual básica, servicios de aborto e incluso entregan preservativos, reciben fondos del gobierno de EE.UU. Si tú eres una organización que trabaja en temas de género, y aborto es solo uno de estos temas, para seguir recibiendo plata del gobierno te toca sacar aborto de tu agenda”, explicó. La abogada colombiana, que lleva 18 años viviendo en EE.UU., estuvo en Buenos Aires, por un día. En ese contexto dialogó con este diario.
Otra de las consecuencias del triunfo de Trump, señaló, es que crecerán los discursos de odio y como consecuencia, el miedo entre activistas por los derechos humanos. “Cuando tienes una plataforma tan importante y tan seria como la Casa Blanca, y desde ahí el Presidente todo el tiempo está hablando para demonizar la palabra género, y repite que el género es malo, eso sobre todo incentiva a los grupos antiderechos y a las personas que viven en las redes, que se sienten respaldados para replicar esos discursos de odio. Y el impacto principal es que genera miedo entre las organizaciones que trabajamos por los derechos de las mujeres porque nos vamos a sentir atacadas permanentemente y buscan instalar la idea de que nuestro trabajo es indigno”, consideró Ávila-Guillén.
Sobre el acceso al aborto, destacó que “irónicamente, el aborto ganó en Estado Unidos”. En 10 estados, al mismo tiempo que para elegir presidente, se votaron enmiendas para proteger el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. “La amplia mayoría se aprobó: en siete estados”, destacó. Incluso, en Florida, la propuesta tuvo mayoría de votos afirmativos –57,8 por ciento–, pero se exigía para ser aprobada un 60 por ciento, aclaró la directora de WEC. “Eran enmiendas que protegían el derecho a aborto hasta la viabilidad fetal, es decir, estados de gestación avanzados, para incorporarlos a las constituciones y rechazar las prohibiciones. Incluso en estados tan conservadores como Missouri el aborto ganó”, observó.
–¿Cómo analiza esas votaciones en un contexto de un triunfo tan contundente de Trump?
–El hecho de que el aborto ganara y que el tema ya no le pertenezca al Partido Demócrata como venía siendo es algo bueno. Si bien es posible que igual traten de limitarlo, creo que van a tener un poquito más de resistencia.
Ávila-Guillén no tiene dudas de que el gobierno de Trump avanzará sobre los derechos de las personas LGBTIG+. “Desde hace rato ya hay una política de tratar de prohibir libros en espacios educativos que puedan tocar este tema. Estoy hablando no de libros sobre sexualidad, sino de cuentos tan básicos como aquellos con historias del tipo ‘yo tengo dos papás’. Esa clase de prohibiciones se van a extender muchísimo más en lo que pueda tener control a nivel federal y lo que no dependa del nivel estatal, lo cual pues es peligroso”, analizó.
En pocos días, un caso que tendrá gran repercusión mediática será analizado por la Corte Suprema de Justicia de EE.UU: el máximo tribunal tratará la prohibición del estado de Tennessee de prestar servicios de salud a niños que son trans. La composición conservadora de la Corte augura una resolución adversa. “Ese tipo de prohibiciones es muy probable que se extiendan”, alertó la abogada.
–¿Cómo surgió el movimiento para prohibir libros en ámbitos escolares? Justamente en Argentina en los últimos días se vio una avanzada en ese sentido desde el Gobierno, que tuvo amplia repercusión en medios y redes sociales…
–En cada distrito hay una Junta de Acción del Distrito Escolar, elegida popularmente. Tienen mucho poder sobre el presupuesto de los colegios públicos y también, en algunos casos, sobre lo que se puede enseñar en las aulas. Por eso en algunos colegios hay educación sexual y en otros, no porque a nivel federal no hay una ley que establezca que se debe dar educación sexual adecuada. Entonces a raíz de eso surgió un grupo que se llama Moms for Liberty, Mamás por la Libertad, que son mujeres antiderechos. Muchas de ellas están en las Juntas y se ocupan de que se prohíban ciertos libros de las bibliotecas de los colegios y no solo aquellos sobre temas de género, también sobre raza, la colonización o la esclavitud. Viene de la mano de esta negación que existe por parte de algunas personas sobre la misma historia de Estados Unidos en relación al racismo que ha existido. Y estos grupos están proliferando. A mí me impresiona que en un estado tan liberal como Nueva York existen algunos distritos en los cuales hay libros que están prohibidos en las bibliotecas públicas de los colegios porque tienen temas de género.
“Argentina es un experimento de las extremas derechas globales”
Hace pocos días, la periodista argentina Diana Cariboni escribió un artículo en Open Democracy donde detalla que Javier Milei nunca habló en público sobre el Proyecto 2025. Pero intentó establecer lazos con la Heritage Foundation por lo menos desde 2023, según surge del registro de un lobista ante el Departamento de Justicia de EEUU, llamado Damián Merlo, que trabajó brevemente para la campaña electoral del líder libertario.
Cariboni cuenta que en febrero de este año, Milei recibió un ejemplar del Proyecto 2025 de manos de Derrick Morgan, vicepresidente ejecutivo de la Heritage Foundation, cuando los dos se reunieron en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada en Washington, de acuerdo con el registro de la presidencia de los regalos que recibe el mandatario. El Proyecto 2025 está detallado en el manual ‘Mandate for Leadership’, que tiene 900 páginas y es el plan de gobierno diseñado para Trump por un puñado de extremistas de derecha. La Heritage Foundation es un centro de pensamiento ultraconservador establecido en 1973.
“A los conservadores no nos basta ganar elecciones. Si vamos a rescatar el país de las garras de la izquierda radical, necesitamos tanto un programa de gobierno como colocar a la gente adecuada, lista para ejecutar esa agenda desde el día uno de la próxima administración conservadora”, dice la Heritage Foundation al introducir el Proyecto 2025.
Un objetivo central es “desmantelar el estado administrativo”, presuntamente cooptado por la izquierda o el wokismo. Esto supone disolver ministerios y agencias federales, cortar fondos públicos de salud, educación y asistencia social, y eliminar programas y recursos para combatir la violencia de género, la discriminación, la contaminación y el cambio climático.
“Milei contrató a un asesor de relaciones públicas en Estados Unidos cuando era candidato y entre las funciones que tenía este señor, que también ha sido asesor de Bukele, era alzar el perfil de Milei para la Heritage Foundation. Lo que establece el Proyecto 2025 es lo que está pasando en Argentina. Y tiene una agenda muy clara además a nivel internacional en donde dice dejar de participar en foros internacionales que tengan que ver con género, con cambio climático. Y eso es seguramente lo que va a llegar a Estados Unidos. Argentina es un experimento de los grupos de extrema derecha. No es la primera vez que lo hacen en América latina: lo hicieron con el programa económico durante la dictadura de Augusto Pinochet, en Chile. Lo que harán en Estados Unidos con Trump es ajustar lo que no funcionó en Argentina, ver dónde hubo reacciones y dónde no, para evitar algunas de las resistencias que incluso ha tenido la implementación de este proyecto con MIlei”, consideró la activista de derechos humanos.
También contó que en Estados Unidos, “la gente está acopiando pastillas abortivas” ante el temor de que se prohíban. Y entonces está creando una posible escasez para quienes necesiten comprarlas en la actualidad. “Hay un gran susto que ya llegó a ser noticia de teorías que comienzan a salir en internet de que pronto el tipo de divorcio que es solo por voluntad, en el que no se exige que haya una causal, lo vayan a prohibir. Entonces hay un grupo de mujeres que dicen, ‘si estás pensando en divorciarte, divorciate ahora, este es el momento porque quizás no puedas después’. Y todo está basado en miedo, de que muchas de las propuestas que se le escucharon a Trump o a personas allegadas a él, se lleven a la práctica. En términos de inmigración también hay mucho miedo de que volvamos a ver la separación de las familias, los niños que estaban en jaulas literalmente durante el gobierno de Trump. Hay familias de inmigrantes que se están mudando de un estado a otro en este momento, empacando todo, porque tienen miedo de que haya una orden federal que los separe”.