Casi el 80% de los bonos que colocó la Secretaría de Finanzas durante la gestión de Javier Milei cuentan con un seguro que permite a las entidades financieras que los compran revenderlos al Banco Central.
Desde que asumió Santiago Bausili al frente del Banco Central (BCRA), una consigna era clara: eliminar las Leliq. El stock de esas letras de liquidez, que vencían periódicamente y generaban emisión monetaria por el pago de intereses, sumaba unos $4,8 billones el 11 de diciembre. Los pases pasivos -un instrumento similar pero de plazo más corto- ascendían a $17,7 billones. Casi tres meses después, las Leliq se extinguieron y los pases suman $28,6 billones (aumentaron 60%).
El objetivo detrás de la eliminación de las Leliq era que los bancos tuvieran más incentivo a colocar sus pesos en bonos del Tesoro que en instrumentos del BCRA. Eso se complementó con la continuidad de una herramienta que había diseñado la gestión anterior: las opciones de compra sobre títulos públicos, conocidas como “puts” en la jerga financiera.
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En pocas palabras, los puts son una suerte de “seguro” para los bancos que invierten en títulos del Tesoro. “Por el momento, esto habla de cierta precaución por parte del BCRA a la hora de las licitaciones. En una situación normal, no debería tener que incentivar a los bancos con esta opción”, indicó Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen.
Si las entidades financieras así lo desean, compran el bono que emite la Secretaría de Finanzas junto con el put. Así, le pueden vender el bono al BCRA en el momento que quieran y el organismo está obligado a comprarlo. Si bien no hay información oficial al respecto, las estimaciones privadas indican que el stock de estos instrumentos ya supera los $10 billones.
“El 77% de los títulos del Tesoro licitados en la era Milei tienen opción de compra. Son aproximadamente $12,6 billones de valor nominal, con un valor efectivo adjudicado de $16,4 billones. Así, podemos concluir que al menos un 77% de los bonos colocados en esta gestión fueron suscriptos por bancos. Además de esos, las entidades podrían haber comprado otros bonos sin put”, explicó Emiliano Anselmi, economista jefe de PPI, a TN.
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En la última licitación de deuda -realizada por el Tesoro la semana pasada- el BCRA solamente ofreció puts sobre uno de los cinco títulos que se licitaban. Además, al momento de la colocación, Finanzas rechazó buena parte de las ofertas que los bancos hicieron sobre ese bono. “Prescindir de la liquidez bancaria implicó una drástica baja del financiamiento neto positivo, pero también en una reducción de los pasivos contingentes que deberá asumir el BCRA”, señalaron desde Outlier.
Cuál es el peligro de los puts
Muchos alertan por el peligro de los puts en términos de la cantidad de pesos que hay en la calle. Argumentan que, cuando el BCRA compra los títulos a los bancos emite pesos. Para Anselmi, en cambio, no hay expansión monetaria cuando los bancos le venden sus bonos a la autoridad monetaria. El especialista detalló que solamente se da un cambio contable en el activo de los bancos, que desarman pases para ir a los bonos y, una vez que ejercen el put, vuelven a los pases.
“Lo que sí puede pasar, que es peligroso, es que los tenedores de bonos del sector privado no financiero, como las empresas, al ver que los bancos empiezan a vender los bonos del Tesoro, decidan hacer lo mismo en el mercado”, sumó Anselmi.
Y recordó que el Central también tiene vigente una oferta de compra de esos títulos en la Bolsa, para ponerle un piso a eventuales caídas de la deuda. “Si eso pasa, el BCRA se pondría a comprar esos bonos en el mercado a agentes del sector privado no financiero. En ese caso sí se generaría una expansión monetaria”, expresó.
Los analistas también resaltan que los puts aumentaron la exposición de los bancos al riesgo crediticio del Tesoro, aún cuando eso esté garantizado por el BCRA. “Avanzar en la normalización de la economía implicará, entre otras cosas, la reversión gradual de la composición de la cartera de activos de riesgo de los bancos, reduciendo la participación del financiamiento al sector público en favor de un mayor financiamiento al sector privado”, apuntó Quantum Finanzas.