La fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, reapareció en televisión y contó que estudió al presidente Javier Milei durante los últimos tres meses a través de los libros preferidos del mandatario y lo analizó mediante el cristal de la filosofía política. Con eso en mente, concluyó que el líder de La Libertad Avanza no es un liberal clásico ni neo-clásico, sino que dista mucho de serlo. Mencionó que tiene características autoritarias, lo comparó con los expresidentes Néstor Kirchner y Carlos Menem, por diferentes motivos, y se animó a elucubrar acerca del rol y el poder que ejerce su hermana, Karina Milei, en la presidencia.
Entrevistada por el periodista Joaquín Morales Sola en su programa Desde el Llano, Carrió explicó: “Veo cosas coincidentes con Kirchner. El fascismo de carácter. Que así como nadie lo conocía ni sabíamos de dónde venía tampoco sabemos de donde viene él. Estamos frente a un poder monolítico, como fue el de Kirchner y Cristina en el primer periodo”.
Pese a ello, marcó que existe un segundo pilar en el Poder Ejecutivo, comandado por una persona muy cercana al Presidente. “Es Monolítico pero dual (…) Porque hay mucho poder político de Karina Milei y lo que esta vació se llena con mafia y PJ corrupto”, enfatizó la exdiputada nacional. Calificó a Milei de “estudioso”, mencionó que tiene la misma edad que su hijo y que es un obsesivo de la escuela austríaca.
Carrió habló sobre una casta política y económica que continúa pese a los dichos de Milei. Aseguró que este grupo incluye ámbitos empresariales y judiciales y que está relacionado directamente con el poder que ostentan los hermanos Milei desde el sillón de Rivadavia. “Está volviendo lo mismo de siempre. No es casta es mafia (…) Lo terminé de corroborar con [Ariel] Lijo”.
Carrió trazó conexiones entre Karina Milei y empresarios que, según su mirada, inciden en las decisiones gubernamentales en silencio. En el medio, criticó la postulación del Gobierno de Lijo para la Corte Suprema. “Lijo es amigos de todos. Se separó pero está con una secretaria del Consejo de la Magistratura de la Capital que la puso [Daniel] Angelici. Vive en avenida Alvear, arriba de [Alejandro} Bulgheroni, el dueño de Pan American Energy. Su esposa Bettina Bulgheroni es íntima amiga de Karina Milei”, asoció.
“Todo lo que sea político hay que analizarlo así. Lo institucional lo maneja Karina con un grupo de amigos, entre los que están [Guillermo] Scarcella, Fredi Lijo y [Ricardo] Lorenzetti, quien es el principal socio en Comodoro Py. También hay muchos radicales socios de Lorenzetti, empezando por Emiliano Yacobitti, Ricardo Gil Lavedra y Ernesto Sanz, que es muy amigo. Estamos en la casta, un grupo de privilegio que a su vez es mafioso”, sostuvo la excandidata a presidenta.
En ese sentido, Lilita apuntó contra la sensibilidad de Milei a la hora de tomar decisiones, pero le destacó una virtud. “El objetivo de reducir el déficit fiscal es una política de estado y fue el gran fracaso de Cambiemos. No se puede ser cruel. El thatcherismo que dejó a una pobreza increíble en Inglaterra no es viable. No podes cortar por los más débiles. Tenés que dar de comer, no podés dejar sin comida a la gente. El tema no es el qué sino el cómo”, resaltó.
Carrió sostuvo que lo que se ve en la actualidad “es como en la época de Menem”. “Me parece muy parecido, pero el chico [por Milei] está a distancias de Menem como político”, dijo y enfatizó: “El chico es muy buen actor y puede ser gran político. Me hace acordar a [Volodimir] Zelensky, el presidente de Ucrania”.
Por otro lado, pero sin dejar de lado el análisis del comportamiento y el pensamiento del jefe de Estado, Carrió se expresó sobre el fracaso de la ley ómnibus en el Congreso, que el Gobierno intentará reflotar en las siguientes semanas. Dijo que ella anticipó la derrota oficialista en enero del “bodrio” que era la Ley de Bases.
“Después de 40 años de experiencia jurídica, hablé con Federico Sturzenegger y le dije: ‘¿qué quieren con esto? No te sale en la votación en particular. Fue lo que pasó. Los que conocemos la Cámara sabemos. Era un puchero mal hecho”, consideró. “Esto lo hizo un estudio administrativista”, recordó que le reprochó al extitular del Banco Central. “¿Qué están representando? ¿Los intereses de sectores privados?”, se preguntó y aclaró: “Federico es buena persona, tiene buenas ideas. Lo quiero mucho”.
Por último, habló del rol de la Coalición Cívica. “Nosotros somos opositores. Responsables y republicanos. No somos socios ni colaboracionistas de este Gobierno. En ese punto está el Pro, el radical Rodrigo de Loredo y un grupo de radicales”.
LA NACION