El ministro de Seguridad y Justicia de Santa Fe, Pablo Cococcioni, defendió las requisas «a lo Bukele» llevadas adelante en la Unidad Penitenciaria Nº 11, conocida como Penal de Piñero, y advirtió que los presidiarios «cada vez la van a pasar peor» en caso de seguir atentando.
Fue luego de un ataque a balazos perpetrado el último sábado contra dos micros que trasladaba personal de Servicio Penitenciario de Santa Fe desde Rosario hasta la ciudad de Santa Fe. Por el hecho un empleado resultó herido.
“Está claro que una requisa en sectores de mediana o alta peligrosidad tiene que tener medidas de sujeción estrictas, para estricta protección de nuestro personal”, dijo el funcionario en diálogo con Radio Mitre, y volvió a advertir que “cada vez la van a pasar peor”.
“Claro que esto no es para toda la población penal. El que no lo entiende o tiene un compromiso criminal muy fuerte que no toma la decisión de romper, vamos a actuar muy fuertemente en contra de eso”, remarcó Cococcioni
Las requisas estuvieron inspiradas en los duros métodos implementados en El Salvador por el gobierno de Nayib Bukele para controlar la violencia criminal de las maras. Los presos requisados pertenecen a la banda narco de Fran Riquelme. Según informó el gobierno provincial, se les secuestraron celulares que ya fueron puestos a disposición de la Justicia para ser peritados.
Cococcioni agregó que la mayoría de estos detenidos que fueron requisados están ligados a bandas narcocriminales: “Algunos son los cabecillas, pero otros son los ejecutores, los sicarios, los que les aguantan cosas en el pabellón, los que les van con el contrabando”.
Sobre el uso de medidas especiales, el funcionario remarcó que el procedimiento “está absolutamente estandarizado» “Son medidas de seguridad también. Imagínate entrar con esta gente y les tiran agua hirviendo, vinagre en los ojos, lavandina en el uniforme, les tiran de todo. Entonces, está claro que un procedimiento en sectores de mediana o alta peligrosidad tiene que tener medidas de protección de nuestro personal”.
El ministro agregó que el control de cárceles es un tema clave dentro del esquema de trabajo que tiene su Ministerio. “Buena parte de la criminalidad que azota a Rosario se produce desde el interior de las cárceles y así fue nuestro diagnóstico desde antes de asumir el gobierno; por lo tanto, un punto muy importante para poder controlar la calle es poder controlar la cárcel”, planteó.
Allí comenzaron a implementar medidas más estrictas, lo que tuvo respuestas por parte del crimen organizado. “Vamos por un régimen más severo, cuya severidad se va a ir incrementando en la medida de la respuesta de ellos. Nosotros tomamos algunas primeras medidas y la respuesta fue balearnos un cajero automático y un hospital y dejarnos amenazas al gobernador, a mí, a todas nuestras familias y equipos. Entonces, a partir de ahí empezamos a tomar medidas más estrictas”, amenazó.
“El que es protagonista de un hecho primario, que no es un delito violento y quiere reintegrarse a la sociedad, le vamos a dar todo lo que haya que darle para capacitarse, hacer un taller laboral y reintegrarse como una persona libre y un miembro de la de sociedad. El que no lo entiende o tiene un compromiso criminal muy fuerte que no toma la decisión de romper vamos a actuar muy fuertemente en contra de eso”, cerró.