El peronismo sostiene al Gobierno en su peor momento: negocia la suspensión de las PASO

Este jueves, desde pasado el mediodía, tiene lugar la sesión en el Senado convocada para el tratamiento del proyecto de suspensión de las PASO. La norma impulsada por el oficialismo tiene el objetivo de facilitarle el camino electoral. El Gobierno de los criptoestafadores busca más diputados y senadores de la mano de un cambio político que viene avanzando gracias a la oposición patronal.

No hay que olvidarse que en la Cámara de Diputados solo el Frente de Izquierda Unidad votó de manera unificada contra esta modificación. Macristas, radicales y otros bloques (como el que encabeza Pichetto) apoyaron al oficialismo. La nota la dio el peronismo de Unión por la Patria, que votó dividido en tres, con 25 diputados y diputadas acompañando a La Libertad Avanza.

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Ahora la norma llega al Senado. Este jueves por la mañana, antes del inicio de la sesión, el formoseño José Mayans, que encabeza el bloque peronista en la Cámara Alta, ya anunció que habrá “libertad de acción” para las y los legisladores. Es decir, permitirán que quieren quieran hacerlo apoyen a La Libertad Avanza. Con su política, el peronismo le está por dar otra victoria política a un Gobierno completamente en crisis.

Sin embargo, esto no acaba ahí. Como lo viene haciendo desde hace meses, el peronismo también negocia con La Libertad Avanza la conformación de la Corte Suprema de Justicia. En particular, discute la aprobación o no del pliego del cuestionado juez Ariel Lijo. Esta negociación parece estar en crisis por estas horas. Durante los últimos días se especuló con una sesión para este viernes en la Cámara alta que fue desestimada a mediodía de este jueves.

Desde Unión por la Patria ya dijeron varias veces que no tendrían problemas en apoyar a este juez, que supo ser una de las caras más visibles del tantas veces denunciado “lawfare”. El punto fino de la discusión está, todo indica, en si el peronismo podría conseguir una ampliación de la Corte Suprema que le facilite ubicar ahí a jueces o juezas amigas. Una rosca política a espaldas del pueblo trabajador, por cargos en el más antidemocrático de los tres poderes del Estado.

Esta orientación del peronismo es global. Al mismo tiempo que negocian institucionalmente en el Congreso, la CGT, las CTA y los movimientos sociales afines mantienen una tregua duradera con el Gobierno nacional. A pesar de las declaraciones –más o menos duras, según el caso- ni convocan a luchar por su propia cuenta ni apoyan seriamente las muchas luchas de resistencia al ajuste, contra los despidos, por salario o contra los ataques oficiales a las libertades democráticas.

El Gobierno está en su peor momento. Lo marcan las encuestas y sondeos. Lo evidencian sus propias internas con acusaciones cruzadas. Es momento de apostar a derrotarlo y derrotar su plan, que es el de las grandes patronales, el FMI y el capital financiero internacional. Y esa apuesta es en las calles.

Este miércoles se vio un ejemplo, en la combativa concentración en Congreso convocada por las organizaciones de jubilados y trabajadores del Hospital Bonaparte y otros centros de salud. La resistencia en curso tiene que multiplicarse. Con la autoorganización democrática desde cada lugar de trabajo y estudio, desde cada barriada popular. Tiene que fortalecerse con la coordinación y unidad de todos los sectores en lucha. Si esa fuerza desde abajo crece será más fácil imponerles a las direcciones burocráticas de la CGT y las CTA el llamado a un paro nacional y un plan de lucha que prepare el camino de la huelga general. Es decir, de una gran rebelión obrera y popular que, paralizando la actividad del país, derrote a este gobierno de la criptoestafa y abra a la posibilidad de una reorganización general del país en función de los intereses de las mayorías trabajadoras.

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