Con la salida de Alberto Fernández de la presidencia del PJ, las autoridades partidarias buscarán avanzar en una lavada de cara del espacio, un “cambio de piel” como se escuchó en la reunión de esta semana en la sede de la calle Matheu, luego de la derrota electoral y la falta de un liderazgo que contenga los diferentes sectores del peronismo.
El proceso de “renovación”, habitual en el PJ como puesta en escena o escenario de disputa cuando deja el poder, llevará su tiempo y discusiones sobre el alcance, con la mirada en los posibles regresos de Sergio Massa, Martín Llaryora, Juan Manuel Urtubey, Miguel Pichetto y Guillermo Moreno. Algunos de esos dirigentes por el momento lo descartan y otros ponen condiciones, entre ellas que el kirchnerismo ceda centralidad en el partido.
En medio de las imputaciones por la contratación de seguros durante su administración, el desplazamiento de Fernández terminará de consumarse con la aceptación de su licencia en un congreso convocado por su titular, Gildo Insfrán, para el 22 de este mes. Los vicepresidentes, gobernadores y otras autoridades -Axel Kicillof, Ricardo Quintela, Juan Manzur, José Luis Gioja, Lucía Corpacci, Wado de Pedro y Santiago Cafiero, entre otros- acordaron la creación de una comisión de acción política, con representación de los mandatarios provinciales, jefes parlamentarios, la CGT, otros gremios y movimientos sociales.
También fijaron como propósito definir un nuevo presidente antes de fin de año, para evitar eventuales presentaciones judiciales y el riesgo de una intervención, como sucedió con Luis Barrionuevo durante el gobierno de Mauricio Macri. Y mostrar una “apertura” hacia dirigentes que se habían alejado.
“El peronismo cuando gana se cierra, y cuando pierde se abre. Siempre fue así, y ahora va a volver a pasar”, descontó uno de los asistentes a la reunión. “Los que quieran venir tienen las puertas abiertas. Como decía Perón, los que sienten y piensan como nosotros”, coincidió otro de los referentes.
Insfrán encadenó reuniones para tantear el panorama. Hace unos días fue a ver a Massa a las oficinas sobre Libertador. “Dijo que había hablado con los gobernadores, que van a armar una comisión de acción política con lógica frentista y que quieren sumarlo, por haber sido el último candidato con 11 millones y medio de votos”, contaron en el Frente Renovador.
El ex ministro de Economía dejó el escenario abierto y pateó la definición para cuando avance el nuevo proceso. A su vez, el mandatario de Formosa se sacó una foto con Pichetto y Moreno esta semana. Y también llamó a díscolos como Fernando Gray, el intendente de Esteban Echeverría que este jueves se mostró con Facundo Moyano y Juan Zabaleta, críticos de La Cámpora. Gray irá al congreso del 22, y pedirá la renuncia de Alberto Fernández en lugar de la licencia.
Nueva etapa, sin barreras
“Todo lo que viene sucediendo y las decisiones que se tomen son por consenso. No hay barreras ni cancerberos para nadie”, expresaron del lado de Máximo Kirchner. Aun cuando buscarán sostener el perfil opositor duro al Gobierno, avalarían el ingreso de dirigentes como Pichetto, hasta el momento más cercano al oficialismo. “Más allá de su aventura macrista de 2019, nadie puede negar que es un hombre del justicialismo”, consideraron.
“Por ahora no participo, estoy consolidando mi partido. El peronismo tiene que construir un ideario distinto al de estos años, que lo llevaron al fracaso. Recuperar la visión de un capitalismo moderno y con inserción en el mundo. Hoy la visión es anacrónica, una foto en blanco y negro”, dijo Pichetto a Clarín.
Aun así, el ex compañero de fórmula de Mauricio Macri no descartó volver al PJ en caso de una reformulación de la dinámica y el marco ideológico del partido. “Nunca uno puede decir que no. Estoy dispuesto a dialogar, pero hay que esperar la evolución de los acontecimientos. No es sólo un cambio de nombres, sino cuáles son las ideas que la Argentina está demandando”, planteó el diputado.
La salida de Alberto Fernández de la presidencia del PJ quedará consumada el 22 de marzo. Foto: Luciano Thieberger.“Inevitablemente va a venir una reconfiguración, es natural que suceda. No hay referencia ni la menor idea de cómo reinsertarse en la sociedad. El peronismo se reconfigura o no existe más”, aseguró Urtubey a este diario.
Alejado del PJ hace unos años, el ex gobernador de Salta también se mostró “dispuesto a colaborar” en un proceso de “renovación” política: “El peronismo va a ser uno de los lugares que van a tener que articular la estabilidad democrática y una opción de poder”. En Salta se elegirán senadores en 2025.
Llaryora, otro de los apuntados, descartó involucrarse en la estructura partidaria al menos en el corto plazo. “No nos interesa en esta etapa dar la pelea por el PJ. No vamos a ir por ahí. Nuestra construcción es otra”, rechazaron cerca del mandatario cordobés, con la percepción de que el kirchnerismo mantendrá la centralidad en el espacio.
En plena discusión con el Gobierno por los recursos provinciales, Llaryora se enfocará en la gestión y para 2025 proyecta continuar con un esquema electoral provincial, con un armado que excede al peronismo y contiene a sectores de la UCR y el “PRO moderado”, como definen a los aliados.
Gustavo Sáenz se ubica en una posición similar, al frente de un espacio más amplio en Salta, aunque los tres diputados nacionales que le responden y se desprendieron de Unión por la Patria forman parte de la estructura del PJ en el distrito (Pamela Calletti como apoderada) y podrían participar a nivel nacional.