Con mayoría opositora y ausencia del oficialismo, la Comisión de Acuerdos del Senado emitió dos dictámenes sobre el pliego de Manuel García Mansila, designado por el presidente Javier Milei en la Corte Suprema por decreto, y seguidamente el kirchnerismo pidió una sesión especial para la próxima semana y abrió la puerta al posible rechazo de su nominación y también la de Ariel Lijo, en lo que sería una derrota sonora para el Gobierno.
El dictamen con más firmas fue el de Unión por la Patria, que reunió siete y tuvo la particularidad de ser a favor de García Mansilla pero «en disidencia». El otro fue de rechazo y lo firmaron el radical Martín Lousteau y la larretista Guadalupe Tagliaferri, presidenta de la comisión. El objetivo de la maniobra era juntar las nueve firmas que se necesitaban en total para que el pliego se discuta en el recinto y así lo hicieron.
Mientras que el pliego de Lijo ya tenía dictamen favorable y además con apoyo de los senadores peronistas que responden a gobernadores, el de García Mansilla había quedado en un limbo. Siempre fue el que tuvo menos chances de ser avalado. La insistencia de Milei, vía el asesor Santiago Caputo, en que debían entrar «los dos o ninguno» lo llevó a nombrarlos «en comisión», es decir, por decreto y sin esperar el acuerdo correspondiente del Senado.
Esa decisión de Milei, que fue una afrenta hasta para los senadores aliados, se combinó con la que adoptó por su parte la Corte Suprema liderada por Horacio Rosatti, de tomarle juramento a García Mansilla y dejar en suspenso a Lijo hasta que renuncie a su juzgado de primera instancia -algo que no hará- y derivó finalmente en el escenario actual, complejo para el Presidente, para sus jueces nominados y para la misma Corte, que podría continuar con dos lugares vacantes.
¿Riesgo de derrota para Javier Milei?: la oposición apura el rechazo de Manuel García Mansilla y Ariel Lijo
La intención de Unión por la Patria y de los más duros dentro de los bloques dialoguistas es sesionar la semana próxima y tratar los pliegos de García Mansilla y de Lijo. Buscan generar «el consenso necesario», según adelantó la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti durante la reunión de la Comisión de Acuerdos.
No perdieron tiempo. Horas después de la reunión el kirchnerismo presentó un pedido de sesión especial el 20 de marzo para tratar los pliegos de Lijo y García Mansilla. La presidenta del Senado, Victoria Villarruel tiene la potestad de convocarla. La situación se da en medio de una nueva muestra de tensión entre la vice y la Casa Rosada, que complica más el panorama.
Dos fuentes de distintos bloques confirmaron a iProfesional que la oposición buscará «hacer caer a los dos» nominados por Milei para la Corte. Tanto en Unión por la Patria como en los despachos de los senadores que rechazan particularmente la figura de Lijo comentan que los votos para eso, en teoría, ya estarían.
Para aprobar el nombramiento de un juez de la Corte se necesita una mayoría de dos tercios de los presentes, por lo que si los que se oponen logran reunir el tercio más uno, el pliego se rechaza. En esa matemática el número clave es 25. Con esa cantidad de votos, el Senado podría dejar a Lijo y a García Mansilla afuera del máximo tribunal.
¿Qué números se manejan en el Senado para el debate sobre la Corte Suprema?
En Unión por la Patria estiman que de los 34 senadores que conforman el interbloque, alrededor de 20 «están decididos a votar en contra de los dos pliegos, el de Lijo y el de García Mansilla», según confirmó una importante fuente del espacio a este medio. Los otros 14 respaldarían al juez federal por orden de los gobernadores.
Consultado sobre el tema, uno de los senadores de esa bancada indicó que quieren avanzar aunque vuelva a quedar en evidencia la división del peronismo entre los fieles a Cristina Kirchner y los alfiles de los jefes territoriales. La razón es sencilla: creen que con esa cantidad de votos no les sería tan difícil encontrar los otros cinco para coronar la jugada.
De los 13 senadores de la UCR, el fueguino Pablo Blanco y la santafesina Carolina Losada ya hicieron público su rechazo a la candidatura de Lijo, mientras que en el PRO el entrerriano Alfredo de Ángeli y el cordobés Luis Juez también están en contra. La aliada del PRO Cármen Álvarez Rivero también votaría en contra del juez federal.
El formoseño Franciso Paoltroni suma otro voto por el rechazo a Lijo. El año pasado fue expulsado de La Libertad Avanza precisamente por criticar públicamente a Santiago Caputo como responsable de la nominación del polémico juez federal.
En el Senado hay quienes sospechan que Tagliaferri podría también votar en contra de Lijo, aunque la senadora porteña evita adelantar postura. Sí es seguro que rechazará a García Mansilla junto con Lousteau, aunque el académico es el más complicado por el rechazo casi unánime de Unión por la Patria, que tiene 34 bancas. Juntaría los 25 votos para voltear este pliego por sí sola.
Las críticas a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla y el escenario que enfrenta Javier Milei
Algunos senadores desconfían todavía de que haya voluntad real de rechazar el pliego de Lijo, conocido por sus múltiples vínculos políticos. Se verá. Lo cierto es que las cuentas que hacen desde hace varios días en la Cámara alta agitan el fantasma de una derrota para el Gobierno. Algunos de los senadores aliados tanto de la UCR como de otros bloques le hicieron llegar la sugerencia al Gobierno de que retire los pliegos para evitarlo.
Si cayera el pliego de Lijo su difícil camino a la Corte quedaría totalmente clausurado. La situación de García Mansilla es más compleja porque ya asumió como juez «en comisión» y según entiende el Gobierno esto lo deja firme en su puesto hasta el 30 de noviembre, pero si se quedara allí pese a un rechazo formal del Senado la discusión que se abriría pondría en riesgo la validez misma de los fallos posteriores del máximo tribunal. Ya empezaron a correr versiones que ponen en duda su permanencia.
No todos los senadores que se oponen a García Mansilla rechazan a Lijo y viceversa. De hecho, el bloque del PRO apoya al académico pero varios de sus integrantes cuestionan a viva voz la nominación del juez federal, que además recibió numerosas impugnaciones de colegios profesionales y otras entidades desde que Milei lo propuso. Su figura, igualmente, divide aguas en todas las bancadas salvo La Libertad Avanza.
El caso de García Mansilla se complicó más después de jurar como miembro de la Corte. Lousteau recordó que durante la audiencia pública en la Comisión de Acuerdos el académico había dicho que no aceptaría ser nombrado por decreto. «O mintió y no tiene interés por sostener la verdad, o hay que pensar que es un juez de la Corte que dijo la verdad, pero después no lo pudo sostener». Tagliaferri compartió la misma postura en el dictamen de rechazo.
De cualquier forma, el posible rechazo de ambos candidatos a la Corte es transversal y se cocina en el hecho de que el Presidente los nombrara por decreto tres días antes de que terminara el receso del Congreso y con el argumento de que el Senado demoró el tratamiento de sus pliegos. La oposición más dura busca responder, precisamente, con el dictamen y la votación.
El oficialismo tiene un margen de maniobra escaso en el Senado para evitarle a Javier Milei una derrota de fuertes implicancias políticas. Ahora el futuro de Manuel García Mansilla y de Ariel Lijo como jueces de la Corte Suprema se definirá a suerte o verdad.