«El gobierno neonazi de Argentina no solo es sumiso y obediente con su amo imperial, sino que tiene un vocero ‘cara de tabla’: el señor Manuel Adorni pretende desconocer las consecuencias de sus actos de piratería y robo contra Venezuela, las cuales fueron advertidas en reiteradas ocasiones antes del acto delictivo cometido contra Emtrasur«, dijo este martes pasado el mediodía Yvan Gil, el canciller del régimen de Nicolás Maduro.
Gil dio así una respuesta a las declaraciones del vocero presidencial del presidente Javier Milei, quien este martes por la mañana dijo que la «Argentina no se va a dejar extorsionar por los amigos del terrorismo», al confirmar que el Gobierno inició acciones diplomáticas internacionales en respuesta a la decisión del chavismo de prohibir los sobrevuelos de Aerolíneas Argentinas y de otros aviones con matrícula nacional por el espacio aéreo de Venezuela.
El mismo canciller Gil lo confirmó este martes. «Venezuela ejerce plena soberanía en su espacio aéreo y reitera que ninguna aeronave que provenga o se dirija a la Argentina, podrá sobrevolar nuestro territorio, hasta que nuestra empresa sea debidamente compensada por los daños causados, después de las acciones ilegales realizadas, solo con el fin de complacer a sus tutores del norte», agregó el ministro chavista.
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— Yvan Gil (@yvangil) March 12, 2024
En el gobierno consideran que se trata de una venganza del régimen chavista contra la decisión argentina de entregarle el avión Emtrasur Cargo a los Estados Unidos el 11 de febrero pasado.
El Boeing 747-300 adaptado como carguero había llegado inexplicablemente a la Argentina en junio 2022 con una tripulación de 14 venezolanos y cinco iraníes. En Uruguay le negaron el aterrizaje, y tras estacionarse en Córdoba voló a Ezeiza. Los tripulantes quedaron retenidos bajo investigación de presuntos vínculos con el terrorismo internacional como las fuerzas Al Quds, de Irán, y Hezbollah.
Ninguna petrolera, incluyendo YPF quiso darle combustible porque la aeronave estába sujeta a embargo de los Estados Unidos. Fue vendida por la iraní Maham Air a Venezuela.
Maduro y sus funcionarios hicieron campaña nacional diciendo que los argentinos y los estadounidenses habían «secuestrado» la aeronave. Los tripulantes fueron liberados, pero el avión fue entregado a la Justicia de EE.UU., en cumplimiento con acuerdos de cooperación jurídica que tiene la Argentina firmados con ese país. Alguaciles estadounidenses y el FBI tomaron desde entonces su custodia hasta que se lo llevaron el pasado 11 de febrero bajo fuertes protestas de la dictadura venezolana.
Tal como anticipó este diario, el bloqueo aéreo venezolano está afectando las rutas aéreas de la aerolínea de bandera nacional que van sobre todo a Punta Cana y a Nueva York.
Ello generó dos notas de protesta de la Cancillería, la convocatoria de la embajadora chavista Stella Lugo para pedirle que se revierta la medida y un reclamo ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)