sábado, 5 octubre, 2024
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Laura Di Marco: Loan, una pequeña Argentina

Toda la trama del caso Loan y sus personajes configuran una pequeña Argentina. Son personajes e instituciones implicadas en una trama que lastima el alma. Una Justicia que no funciona, o funciona lenta y mal.

Un solo dato: tardaron 14 días para peritar los celulares de los comensales en el almuerzo del Algarrobal, cuando el sentido común indica que es lo primero debería haberse hecho en cualquier investigación seria. Todos los investigadores dicen que las tres primeras horas que le siguen a la desaparición de un niño son cruciales.

De los 14 invitados que rodeaban al chiquito, hoy seis están presos incluyendo a la intrigante tía de Loan, que este sábado quedó detenida en Ezeiza. Laudelina está acusada de haber participado de la sustracción y ocultamiento de su sobrino y de haber “alterado evidencia del caso”.

El caso Loan también tiene un policía acusado de corrupto, Walter Maciel, imputado por encubrimiento. Se trata del comisario del pueblo, nada menos: ahora nos enteramos que también tenía una acusación previa de abuso sexual.

Loan, minutos antes de su desaparición durante el almuerzo en la casa de su abuela CatalinaRedacción LA NACION

La trama también tiene una dirigencia política que mira para el costado o que directamente se quiere sacar el caso de encima.

Hace exactamente una semana aquí en La Trama criticábamos el tuit del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés. El mandatario provincial escribió: “Se ha dado un gran paso en la resolución del caso Loan”.

Hace una semana, Laudelina había declarado en la Justicia provincial que Loan había sido atropellado por el capitán de navío Carlos Pérez quién, junto con su mujer, Victoria Caillava, habían subido el cuerpo del chico en la caja de su camioneta Ford Ranger blanca.

No había pasado ni un día y el gobernador de Corrientes ya sabía que el caso estaba esclarecido, invadiendo, además, otro poder. ¿Te suena?

La gente no lo creyó porque, aunque aún no sabemos qué pasó realmente con el chiquito, el fondo de la cuestión es que la sociedad no cree ni en la Justicia, ni en la policía, ni en la dirigencia política. Una pequeña Argentina ¿Te suena?

Al día siguiente hice una pequeña encuesta en X. El resultado dio que el 54.2% de las personas que reaccionaron en el tuit piensa que el caso fue un secuestro por trata de persona o que están ocultando a Loan. Otro 36.7% se mantiene cauta y votó por seguir esperando. Mientras que solo un 9.2% se creyó la hipótesis del accidente.

José, el papá de Loan, disparó así contra su propia hermana y sostuvo que miente. En tanto, la abogada de Camila, la prima de Loan, también desmintió a Laudelina. Insisten en que a Loan se lo llevaron.

En los últimos días, los fiscales trabajaron en el análisis de la información obtenida a partir del peritaje del teléfono celular de la tía de Loan y con esas nuevas pruebas la Justicia cree ahora que Laudelina fue “parte del plan criminal”.

El sitio de noticias de la Procuración General de la Nación lo informaba así: “En el caso se han incorporado nuevos elementos de prueba que resultan cruciales para el avance de la causa, inclusive por fuera de la declaración prestada por la mujer en el fuero provincial, y que la ubican como una persona de especial interés para la investigación, con un claro rol activo”.

La trama del caso Loan ilumina como pocas veces el delito de la trata, así como el asesinato de Lucio Dupuy nos mostraba la violencia contra los chicos dentro de la propia familia y la indiferencia de un sistema, médico y judicial, que nunca lo vio a Lucio.

La trama de Loan nos metió en el horror del mercado negro, donde los niños se venden como objetos y un chiquito de cinco años puede valer 50 mil dólares o un bebé menor de tres meses podría costar hasta US$1.000.000. Un mercado siniestro que se mueve en el lado oscuro de internet, lo que los expertos llaman la Deep web.

El caso Loan también nos mostró algo muy común en la Argentina: la naturalización de la amoralidad. ¿Qué significa? Que ciertas personas, que no necesariamente son monstruos, actúan bajo una lógica que les permite cruzar la barrera de la moral.

¿Cómo sería? En contextos de vulnerabilidad se pueden “entregar” o “vender” niños con la excusa mental de que en otro hogar, más acomodado, van a tener un destino mejor.

Quien inventó el término es el padre de la psicología experimental, Albert Bandura. Loan también nos mostró, con toda crudeza, que no todas las familias son la familia Ingalls, esas que se muestran en Instagram.

Hay ciertos contextos familiares que pueden ser más peligrosos que caminar solo o sola por la zona más caliente del conurbano.

ln-mas

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