En diálogo con TN, Alejandro Trapani, productor de limones, pidió un compromiso unificado para enfrentar los desafíos económicos y regulatorios.
En un escenario marcado por la incertidumbre y pérdidas significativas en el cultivo de limón en Tucumán, Alejandro Trapani, representante de la cuarta generación de productores en Tafí Viejo, reclamó políticas fiscales que puedan aliviar la presión económica sobre la actividad.
“La menor carga impositiva impacta en toda la cadena y necesitamos un dólar diferencial. Hoy el negocio sobre la producción es tener el foco sobre el mercado”, subrayó Trapani en diálogo con TN, y lanzó un llamado urgente a la unidad sectorial.
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En ese sentido, Trapani también pidió un compromiso colectivo para superar los tiempos difíciles que atraviesa el sector citrícola. “El negocio puede y debe ser rentable para todos”, afirmó, enfatizando la necesidad de encontrar soluciones conjuntas entre el sector privado y el gobierno provincial.
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Además, remarcó que la propuesta de establecer un Instituto Provincial del Limón como entidad de colaboración pública-privada surge como una posible vía para enfrentar los desafíos regulatorios y económicos que tiene la industria.
La situación crítica se ve agravada por la falta de un marco regulatorio claro, lo que complica aún más la capacidad del sector para adaptarse y competir en el mercado global. “Lo ideal es sentar a todas las partes en una mesa y llegar a un consenso. Necesitamos una mesa de diálogo inclusiva con todos los actores, incluidos los sectores de investigación”, insistió Trapani.
“La actividad productiva sigue poniendo el hombro, hoy se está fundiendo”, explicó Trapani
En medio de decisiones empresariales cruciales y críticas a las políticas institucionales actuales, Trapani destacó el sacrificio continuo de los productores frente a las adversidades. “La actividad productiva es la que peor la pasa y sigue poniendo el hombro, poniendo la mejilla. La actividad se está fundiendo”, lamentó, subrayando la urgencia de medidas efectivas para preservar la viabilidad económica de los productores citrícolas en Tucumán.
Por otro lado, hizo referencia al período de bonanza que vivió el sector entre 2008 y 2018, marcado por precios récord para la fruta, pero señaló un cambio en las reglas de juego desde 2007 que han contribuido al deterioro actual. “El Gobierno provincial dejó de invertir en infraestructura, y hoy carecemos de caminos adecuados para la producción”, criticó.
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Asimismo, la sobreproducción en el norte del país complicó la situación, según Trapani, quien destacó la necesidad “urgente de una mesa de concertación” para abordar estos problemas. “Hoy, el que recibe los peores golpes es el productor”, advirtió.
En cuanto al mercado europeo, Trapani lamentó una drástica reducción en la demanda, pasando de 250.000 pallets en años buenos a solo 30.000 pallets despachos realizados hasta finales de junio. Esta disminución tiene un impacto negativo en la economía local, especialmente en el norte argentino, donde el sector citrícola representa cerca de 100.000 puestos de trabajo, incluyendo 50.000 solo en Tucumán. “Hoy no sabemos cuántas personas dependen del sistema”, reflexionó.
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“Se perdió la visión de volar sobre los problemas y atenderlos. Es necesario trabajar en nuestras instituciones y defender los intereses de todos quienes integramos el sector citrícola de Tucumán”, enfatizó Trapani. El cierre progresivo de fincas y empaques, dejó unas 12.000 hectáreas en condiciones de abandono o deterioro, lo que podría facilitar la propagación del HLB, conocida como enfermedad de los cítricos, amenazando la viabilidad a largo plazo de la industria, alertó.
Finalmente, Trapani señaló la importancia de la colaboración y la unión dentro del sector. “Nadie puede salvarse solo. Las economías familiares cumplen un rol clave en el sostenimiento de esta actividad”, destacó, resaltando el papel crucial que juegan las asociaciones como la ATC (Asociación Tucumana del Citrus) y los clusters industriales en la defensa de los intereses colectivos.
Además, hizo un llamado “urgente” a la industria citrícola para que tome conciencia de la gravedad de la situación y trabaje en normalizar la crisis actual. “La industria no regalará nada, pero el productor quiere trabajar y que el negocio sea rentable para todos”, subrayó Trapani, instando al Estado a adoptar medidas concretas como una menor presión impositiva y menos tasas para fomentar la demanda de mano de obra y revitalizar la producción citrícola en la región.