JP Morgan Chase, el mayor banco de Estados Unidos por activos, cerró el segundo trimestre del año con un beneficio neto récord de US$18.149 millones, lo que supone un incremento del 25,4% respecto de las ganancias del mismo periodo de 2023, según ha informado este viernes la entidad.
Los resultados de la entidad dirigida por Jamie Dimon reflejan un impacto positivo de US$7.900 millones derivado de las plusvalías netas contabilizadas por la venta de acciones de Visa, según ha explicado el banco en un comunicado.
De su lado, los ingresos netos de la firma estadounidense entre abril y junio sumaron US$50.200 millones, un 21,5% por encima de la cifra de negocio contabilizada por la entidad un año antes. Este crecimiento refleja el avance del 3% del negocio de particulares, hasta US$17.701 millones y del 9% en el área de banca de inversión, hasta US$17.917 millones, mientras que la gestión de activos reportó ingresos de US$5.252 millones, un 6% más, y la banca corporativa creció un 172%, hasta US$10.122 millones.
Dimon destacó que, en el trimestre, las comisiones del negocio de banca de inversión “aumentaron un 50%, aunque frente a una base baja”, mientras que la cuota de mercado mejoró en todos los productos hasta el 9,5%. En el segundo trimestre, las provisiones para hacer frente a impagos de la cartera de crédito fueron de US$3.052 millones. Esto supone un incremento del 5,3% respecto del mismo periodo del año pasado, cuando provisionó US$2.899 millones.
Al cierre del segundo trimestre, la ratio de capital básico de máxima calidad CET1 de JP Morgan Chase era del 15,3%, frente al 13,8% de un año antes. De este modo, en el primer semestre de 2024 la entidad obtuvo un beneficio neto de US$31.568 millones, un 17% más que en la primera mitad de 2023, mientras que la cifra de negocio del banco sumó US$92.134 millones, un 16% más.
En cuanto a las provisiones por riesgo de crédito, hasta junio había reservado un total de US$4936 millones, un 5% menos que un año antes. ”Si bien las valoraciones del mercado y los diferenciales crediticios parecen reflejar unas perspectivas económicas bastante benignas, seguimos atentos a posibles riesgos de cola”, advirtió Dimon durante la presentación de las cuentas del banco, en referencia a la compleja situación geopolítica, que definió como “potencialmente la más peligrosa desde la Segunda Guerra Mundial”.
Por otro lado, si bien ha habido algunos avances para reducir la inflación, el banquero advirtió de que todavía hay múltiples fuerzas inflacionarias por delante, incluyendo grandes déficits fiscales, necesidades de infraestructura, reestructuración del comercio y la remilitarización mundial. ”Por lo tanto, la inflación y las tasas de interés pueden permanecer más altas de lo que espera el mercado”, apostilló.
Con información de Europa Press
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