Es cirujano pediátrico. Tiene 37 años y trabaja en varios hospitales. En las últimas horas, quedó imputado del por “captación por medios tecnológicos de menor de edad con fines sexuales”, delito más conocido Grooming. Se descubrió que el médico, por medio de la red social Instagram, había contactado a una adolescente de 15 años que, tiempo atrás, había intervenido quirúrgicamente y le pidió que le enviara fotografías para “complacer sus deseos sexuales con la intención de vulnerar su integridad”.
En las últimas horas, tras una investigación de la Ayudantía Fiscal de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming del Departamento Judicial de La Matanza, detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) allanaron el departamento donde vive el médico, en el barrio de Caballito, y secuestraron dos notebooks, un disco rígido externo, un pendrive, cuatro teléfonos celulares y demás elementos de interés para la causa.
En las próximas horas, el sospechoso, de nacionalidad boliviana, será indagado por las ayudantes fiscales Daniela Sánchez y Lorena Pecorelli, a cargo de la investigación.
La causa comenzó en marzo pasado tras una denuncia que daba cuenta de que una adolescente de 15 años había sido contactada por Instagram por un cirujano pediátrico que años atrás la había operado en el Hospital de Niños de San Justo.
“El sospechoso se acercó a la niña de 15 años y le solicitó que le mandara fotografías e indicándole sus deseos sexuales para con ella, con la intención de vulnerar su integridad sexual. Ello surge de los chats incorporados al expediente y en el testimonio que la víctima le brindó a la psicóloga encargada de su asistencia y contención”, explicaron a LA NACION fuentes judiciales.
Las tareas investigativas estuvieron a cargo de detectives de la División Delitos Cibernéticos Contra la Niñez y Adolescencia de la PFA.
“Se estableció que durante el ejercicio de su profesión, el imputado había conocido a la víctima. Tiempo atrás le había practicado una intervención quirúrgica en una de sus piernas. Se valía de ese antecedente para solicitarle fotografías en ropa interior con la excusa de observar el avance de la operación”, explicó la PFA en un comunicado de prensa.
Según las fuentes consultadas, “como consecuencia del análisis de las diferentes redes sociales utilizadas, distintas bases de datos y números de IP, sumados a tareas de vigilancia y seguimientos encubiertos, los detectives que participaron de la investigación determinaron que el sospechoso residía en un edificio del barrio porteño de Caballito, que fue allanado en las últimas horas”.