Javier Milei ha regresado al país tras un viaje a Italia en un momento de alta tensión política con su vicepresidenta, Victoria Villarruel. Este regreso se produce en medio de una serie de eventos que han generado incertidumbre sobre el futuro político del país y las expectativas sobre lo que sucederá en el Congreso.
Javier Milei aterrizó en el Aeropuerto de Ezeiza poco después de la 1:30 de la madrugada del lunes y se dirigió directamente a la Quinta de Olivos para retomar sus funciones. Su viaje a Italia incluyó reuniones con la primera ministra Giorgia Meloni y empresarios locales, así como su participación en un evento de derecha en el Viejo Continente.
La tensión entre Milei y Villarruel se ha intensificado recientemente debido a la expulsión del senador Edgardo Kueider, quien fue encontrado con más de 200 mil dólares sin declarar en Paraguay.
Kueider, que ingresó a la Cámara alta por el kirchnerismo pero votó en varias oportunidades junto al oficialismo, fue expulsado en una sesión del Senado que ha sido objeto de controversia. Desde Roma, Milei criticó abiertamente a Villarruel, afirmando que su equipo estaba al tanto de su viaje, pero que no pudieron contactarla durante la reunión parlamentaria en la que se votó la expulsión de Kueider.
Esta situación ha reavivado las versiones sobre un posible distanciamiento entre ambos líderes, especialmente en las redes sociales, donde militantes libertarios han cuestionado la validez de la sesión. Villarruel, por su parte, ha negado cualquier intento de formar un armado político paralelo al del oficialismo y ha ratificado su pertenencia al espacio que gobierna el país.
En un mensaje en su cuenta de X, la vicepresidenta expresó que no hay lugar para la «moderación» y que seguirá defendiendo las convicciones que la llevaron a unirse a Milei. La situación en el Congreso también es incierta.
Sesiones extraordinarias
Aún no se sabe si habrá sesiones extraordinarias y qué sucederá con la banca de Kueider. La expulsión del senador ha abierto fisuras en la cúpula del Gobierno, que ha cruzado acusaciones en torno a la validez de la sesión en la que se lo echó del cuerpo.
Además, Javier Milei ha lanzado dardos y amenazas a Villarruel, acusándola de violentar la división de poderes al presidir la sesión del Congreso mientras él estaba de viaje. El presidente ha afirmado que la sesión es inválida y que Villarruel fue informada de su viaje con 48 horas de antelación.
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